Silencioso y mortal, el cáncer de ovario mata a siete mexicanas al día, y sin embargo no hay presupuesto para su investigación y adecuada prevención.
No se sabe qué lo provoca y tampoco cómo prevenirlo. El tumor de ovario es la cuarta causa de muerte entre las mexicanas por cánceres ginecológicos después del cáncer de mama, cervicouterino y de endometrio.
De acuerdo con datos de la Clínica de Tumores de Ovario adscrita al Hospital de la Mujer de la Secretaría de Salud-, desde 2006 el cáncer de ovario causa la muerte de 2.500 mujeres al año.
La Asociación de Médicos del Hospital de la Mujer estima que cada año hay unos 20.000 casos de este tipo de cáncer.
El cáncer de ovario representa un problema de salud pública a nivel mundial. Al año cobra la vida de más de 300 mil mujeres, y sin embargo la investigación de la enfermedad es mínima por lo que sus causas aún son inidentificables al igual que los métodos de prevención.
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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los tumores de ovario representan el cinco por ciento de las muertes ocasionadas por algún tipo de cáncer, lo que se traduce en 395.000 defunciones cada año.
La mayoría de los decesos ocurre en países industrializados, donde la población femenina es en su mayoría de raza blanca.
La Asociación Americana de Cáncer estima que Estados Unidos, Nueva Zelanda y España tienen las tasas de incidencia más altas en este tipo de males. Durante 2010 en Estados Unidos ocurrieron 14.600 defunciones a causa de esta enfermedad, mientras que en España cada año se registran 3.000 casos nuevos.
Lo único que se sabe hasta ahora es que ser de piel blanca, no tener hijos y rebasar los 60 años de edad, pueden constituir factores de riesgo para desarrollar estos tumores, dice el especialista, aunque aclara: «Este tipo de cáncer no respeta condición social, edad o color de piel».
En México, la cifra mortal se mantiene constante, pero ninguna autoridad ha destinado los recursos necesarios para investigar qué es lo que origina la enfermedad, denuncia Arturo Zárate Santamaría, médico fundador de la Clínica de Tumores de Ovario.
Este cáncer es un padecimiento que puede presentarse en todas las etapas de vida de la mujer, incluso desde que está en el vientre materno. Hay tres clases de tumores que lo producen y que se forman en las células del ovario, detalla el experto.
El 7 de febrero el secretario de Salud, Salomón Chertorivski, informó que el Seguro Popular (SP) incluirá en su cobertura a partir del próximo verano boreal la atención y tratamiento del cáncer de ovario, con lo que se espera detener la mortalidad.
Zárate reconoce que la inclusión de la enfermedad en la cobertura de atención del SP, garantiza que más mujeres puedan acceder a un tratamiento que les permita superarla, aunque advierte que es urgente inyectar recursos públicos a la investigación del mal.
El médico ginecólogo insiste en que, al menos en México, aún se está lejos de conocer sus causas y sus posibles métodos de prevención.
En muchos casos la enfermedad es silenciosa. Se detecta cuando ha provocado un crecimiento exagerado del abdomen que puede generar distensión estomacal. Para este momento, el cáncer ya ha avanzado y podría haberse expandido a otros órganos (metástasis).
Zárate, con más de 40 años de experiencia en el tema, explica que en algunas ocasiones el tumor crece sin ser detectado hasta afectar órganos como el colon o el apéndice, por lo que los síntomas pueden confundirse con gastritis, colitis o malestares intestinales.
Según las investigaciones realizadas en el Hospital de la Mujer, los índices de sobrevivencia dependen en todos los casos de la etapa en la que se haya detectado el cáncer. Entre más temprano se realice el diagnóstico más probabilidades de recuperación tiene la paciente, indican.
Sin embargo, las estadísticas de la Clínica de Tumores de Ovario reflejan que alrededor de 70 por ciento de los casos llegan en la etapa 3 de cáncer, cuando ya se ha propagado a otras partes del cuerpo, y de estos solo la mitad de mujeres logra sobrevivir.
Zárate recomienda que toda mujer, aunque no tenga síntomas, debe revisarse los ovarios. Propone un examen ginecológico una vez al año desde la infancia hasta después de la menopausia, ya que «aunque el ovario no tenga la función de crear óvulos jamás pierde la capacidad de generar cáncer».
No hay métodos de detección sencillos o que se puedan realizar en casa, como en el caso del cáncer de mama, por lo que se debe acudir al médico y realizarse pruebas como el papanicolaou y la colposcopia. También se debe efectuar un ultrasonido pélvico al año.
Todavía se desconoce si existe alguna forma de prevenir el padecimiento, pero el especialista señala que ha detectado que las mujeres que tienen hijos corren menos riesgo de desarrollarlo.
«Esto podría deberse a que cuando la mujer se embaraza, el ovario cumple con sus funciones y se mantiene ocupado», abunda. Pero aclara que tener hijos tampoco es garantía de no desarrollarlo en alguna etapa de la vida.
Una vez que se ha detectado la presencia de algún tumor en los ovarios, el tratamiento indicado e inmediato es la cirugía llamada laparotomía protocolizada en la que se deben extirpar el tumor y sus posibles depósitos.
En etapas avanzadas de la enfermedad es necesario retirar en su totalidad la matriz y los dos ovarios (salpingooforectomía bilateral o histerectomía radical). El procedimiento se realiza como método de prevención para evitar futuras regresiones del cáncer.
Cuando la mujer es joven y no ha tenido hijos, se realiza un protocolo de conservación que consiste en eliminar solo el ovario afectado y conservar los órganos restantes. En este caso el cáncer debe ser detectado en su etapa temprana y no presentar ningún síntoma de metástasis.
El 14 de marzo, durante el Tercer Congreso Internacional MD Anderson sobre Cáncer Ginecológico, celebrado en Madrid, las y los médicos asistentes alertaron que por la falta de métodos de detección temprana 85 por ciento de los casos de tumor de ovario se detecta en etapas avanzadas.
La empresa farmacéutica brasileña Recepta Biopharma desarrolló una medicina que demostró ser eficaz en las primeras pruebas con humanos para el tratamiento de este tipo de tumores, aunque aún debe demostrar su efectividad en estudios posteriores.
En España, la farmacéutica PharmaMar investiga un compuesto que podría servir como tratamiento para el cáncer de ovario, aunque no se ha comprobado su efectividad.
* El presente artículo fue publicado originalmente por la agencia mexicana de noticias Comunicación e Información de la Mujer AC, Cimac.