Hace unas décadas, las 15 naciones más ricas de Europa se comprometieron a destinar 0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB) a la asistencia oficial al desarrollo. Pero muy pocos alcanzarán el objetivo para 2015, pese a que es una ínfima fracción de la riqueza nacional.
Entre los pocos dirigentes que priorizaron la meta se encuentra la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning- Schmidt, quien fue homenajeada por la Confederación Europea de Organizaciones no Gubernamentales (Concord), junto con la entidad sin fines de lucro ONE, por el compromiso de su país con la ayuda a los sectores más pobres del mundo.
El 16 de este mes, activistas se colocaron máscaras de la primera ministra danesa y cantaron el eslogan "Todo el mundo necesita una Helle". La iniciativa se propuso dar el mensaje de que si la Unión Europea (UE) tuviera 27 dirigentes como Thorning- Schmidt, estaría más cerca de cumplir su promesa con el mundo pobre, según la organización ONE.
Dinamarca es uno de los cuatro países miembro de la UE que superaron el objetivo de destinar 0,7 por ciento de su PIB a la ayuda al desarrollo.
El compromiso fue contraído en 1970 en una resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y reafirmado en varias oportunidades, en especial en la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, realizada en marzo de 2002, así como en 2005, cuando los ministros de Desarrollo de la UE se reunieron en Bruselas y anunciaron el plazo máximo de 2015.
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En esa oportunidad se dispuso que los 15 miembros originales de la UE (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal y Suecia) adoptaran el objetivo de 0,7 por ciento del PIB para 2015, mientras que los estados que se integraron después de 2002 crearían un cronograma para llegar al 0,33 por ciento en 2015.
Según AidWatch, perteneciente a Concord, siete países del bloque cumplirán la meta. Ellos son: Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña, Holanda, Luxemburgo, Malta y Suecia.
La organización ONE realizó un estudio sobre los esfuerzos en materia de desarrollo internacional de Gran Bretaña y expuso los logros que se pueden obtener con 0,7 por ciento del PIB.
El estudio "Small Change/Big Difference" ("Pequeño cambio/Gran diferencia") analiza los actuales compromisos de ese país en materia de asistencia y realiza proyecciones para los próximos cuatro años. El documento pronostica que Gran Bretaña alcanzará la meta de 0,7 por ciento en 2013, equivalente a unos 18.500 millones de dólares.
Con ese porcentaje, la asistencia equivaldrá a 1,6 centavos por cada libra gastada por el gobierno.
Los datos fríos reflejan una realidad mucho más convincente cuando se los traduce en el impacto directo que las promesas tienen en el terreno.
Por ejemplo, 80 millones de niños y niñas podrán ser vacunados y 15,9 millones inscriptos en escuelas, se facilitará el acceso al agua potable a más de 17 millones de personas en el mundo y se ofrecerán medidas preventivas o tratamiento contra la malaria (paludismo) a más de 40 millones de pacientes y medicación a otros 633.000 infectados con el virus de inmunodeficiencia (VIH) humana.
Esas cifras solo representan el aporte de Gran Bretaña a las iniciativas globales de asistencia al desarrollo. Si otros estados miembro de la UE cumplieran su promesa de destinar 0,7 por ciento del PIB a ese fin, millones de personas más se verían beneficiadas.
Todavía no se han publicado estadísticas oficiales de 2011, pero un sondeo realizado por AidWatch a fines del año pasado concluyó que solo unos pocos países de la UE recortarán de forma drástica la asistencia, según Wiske Jult, de la coalición 11.11.11, con sede en el norte de Bélgica, que colaboró con el estudio.
Jult explicó a IPS que es difícil estimar cuántos países cumplirán con el objetivo para este año, en parte porque los datos están incompletos. Grecia, por ejemplo, no ha divulgado información de 2011, apuntó.
AidWatch tiene previsto publicar un estudio más exhaustivo en junio de este año.
En medio de la crisis económica y financiera que se propagó en 2008, los gobiernos se ven obligados a tomar medidas difíciles. No obstante, ya que varios países de la UE dan señales de poder cumplir el objetivo de 0,7 por ciento en 2015, la sociedad civil llama a los otros a no dejar de trabajar para alcanzar la meta.
"La asistencia peligra en muchos países por la crisis, pero no cumplir con las promesas con el Sur en desarrollo no es el camino para salir de la austeridad o resolver el problema de empleo en Europa", señaló Olivier Consolo, director Concord.
"Los gobiernos de la UE deberían darse cuenta de que su contribución es una preciada ayuda para millones de personas en situación desesperada y sentirse orgullosos del apoyo que Europa brinda a la lucha contra la pobreza", añadió.