Luchas heroicas de víctimas y defensores de los derechos humanos se proyectan en el Festival de Cine de Human Rights Watch de Toronto, Canadá, hasta este viernes 9 en el teatro TIFF Bell Lightbox.
El festival de 10 días, que va por su novena edición, ofrece filmes no aptos para espíritus frágiles, pues abordan asuntos crudos, como abusos, traumas y violencia.
"Los temas tratados en los filmes son duros, pero también sirven de inspiración por la forma en que se han superado abusos a los derechos humanos o por cómo han sido defendidas las víctimas", dijo a IPS el responsable de programa del festival (http://humanrightsfilmfestival.ca/), Alex Rogalski.
"Te harán ver los titulares de otra forma", remarcó.
El festival comienza con "Special Flight" (vuelo especial), un documental que retrata a solicitantes de asilo e inmigrantes sin documentos en el centro de detención de Frambois, en Suiza.
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Atascados en el limbo, los inmigrantes tienen tres opciones: la amnistía, la deportación mediante "vuelos especiales" o salir del país de forma voluntaria. El veredicto sella su destino, sin posibilidad de apelación.
El filme siguió a una serie documental de Fernard Melgar, que derivó en varias películas divulgadas por Internet sobre el periplo de personas deportadas.
Por su parte, "This is my land Hebron" ("Esta es mi tierra Hebrón"), dirigida por Stephen Natanson y Giulia Amati, teje testimonios de palestinos y colonos israelíes, así como entrevistas a personas que quedaron atrapadas en el largo conflicto entre ambas partes.
Entre las valientes almas captadas por el filme figura un exsoldado israelí, quien se dedicó a ser guía y a ofrecer a los visitantes una perspectiva íntima de la vida en las calles de Hebrón.
"Hay muchas cosas que no sabemos, y creo que algunos de los israelíes entrevistados son maravillosos porque explican de forma muy clara cuál es la situación en Hebrón", dijo Natanson a IPS.
Antigua ciudad en la que estaría ubicada la tumba de Abraham, Hebrón tiene 160.000 palestinos y entre 600 y 800 colonos, flanqueados por un contingente de 2.000 soldados israelíes cuya misión es proteger a estos últimos.
Las burlas diarias, las amenazas y las pedradas son parte de la vida cotidiana de la población palestina que, a veces, también es víctima de niños y niñas israelíes involucrados en el conflicto por sus padres.
Este otrora polo comercial con un significado especial para cristianos, judíos y musulmanes fue transformado por el conflicto en un verdadero pueblo fantasma con comercios tapiados y calles desiertas.
Los directores Natanson y Amati se propusieron captar el distanciamiento entre los residentes, y entre la ciudad y el resto del país.
"Solo podíamos observar la situación y hacer preguntas. Estas son las preguntas que hicimos y las respuestas que obtuvimos", dijo Natanson a IPS. "Es difícil ver la situación en Hebrón e imaginar que puede ser distinto", añadió.
Mientras, Lee Hirsch nos conduce por la vida de Tyler, Alex, Kelby y Jameya, adolescentes víctimas de bullying (acoso escolar).
El "Proyecto Bully" no solo capta el abuso emocional y físico que sufren, sino también expone las reacciones viciadas y sorprendentes de los administradores escolares que restan importancia al padecimiento de las víctimas, con el argumento de que los "niños siempre serán niños".
El festival cerrará con "The Island President" (La isla del presidente), un filme que sigue la pista del expresidente de Maldivas, Mohammad Nashid. El director John Shenk analiza los desafíos de la recuperación económica y la demoracia de ese país del océano Índico, además de la lucha urgente contra el cambio climático.
El documental de Shenk, presentado en el Festival de Cine de Toronto de 2011, abre una ventana al submundo de la política durante el primer año de gobierno de Nashid.
Otros documentales destacados del Festival de Cine de Human Rights Watch son "Granito: how to nail a dictator" (Granito: como desenmascarar a un dictador), de Pamela Yates, que trata sobre la búsqueda de justicia tras el genocidio en Guatemala bajo la dictadura de Efraín Ríos Montt (1982-1983), y "The Price of Sex" (El precio del sexo), una obra de investigación sobre la trata sexual internacional que llevó a Mimi Chakarova a las calles de Moldova, Bulgaria, Turquía, Grecia y Dubai.
"Creo que estas películas son lo opuesto al escapismo, te introducen en la realidad de alguien, una realidad que quizá no conozcas", indicó Rogalski.