La captura en Perú del último dirigente histórico en armas del grupo maoísta Sendero Luminoso, Florindo Flores Hala, representa un golpe mortal para el movimiento que sobrevivió por su vinculación con la producción de coca y cocaína en el valle amazónico del Huallaga.
Pero las mafias de la droga de la zona, donde existen 13.000 hectáreas de cultivo de coca, y donde se elaboran aproximadamente 100 toneladas de cocaína al año, no serán afectadas por el arresto del llamado camarada "Artemio", como se conoce en el país al jefe capturado.
El domingo 12, en la localidad de Cashiyacu, en el norteño departamento de San Martín, "Artemio" fue interceptado por una patrulla combinada de la policía y el ejército. Se trataba de un operativo de inteligencia que comenzó el 9 de este mes, cuando un insurgente que acompañaba al líder senderista lo hirió con un disparo de fusil.
El atacante, que era un agente a sueldo de la policía, dio aviso a las fuerzas de seguridad sobre la ubicación de "Artemio", pero no lo encontraron sino el 12 de febrero, malherido y con una fuerte infección en un mano maltrecha por un escopetazo.
"Es sin duda una captura muy importante, pero la industria del narcotráfico continuará", dijo a IPS un experimentado reportero de radio de la zona donde actuaba Flores, Nobel Panduro.
A su juicio, "el camarada Artemio forjó una fuerte relación con los cultivadores de coca y con las firmas (organizaciones) de traficantes, pero su encarcelamiento no impedirá que estos busquen a otro protector de sus actividades, sea de Sendero Luminoso o cualquiera que tenga un grupo con armas", adujo.
Panduro reside en Aucayacu, dentro del área que estuvo bajo la influencia del capturado jefe senderista durante 30 años, y lo entrevistó en 2001, 2003 y 2006.
"Sendero Luminoso recibía cupos (impuestos de guerra) de los narcotraficantes para que la producción de droga no se detuviera, por eso los maoístas atacaban a las fuerzas antinarcóticos y a los erradicadores de los cultivos de hoja de coca. Detenido Artemio, cualquiera que ofrezca seguridad a las mafias, lo va a sustituir", añadió.
Flores nació el 8 de septiembre de 1961 en Camaná, localidad costera del sur del país, y después de cumplir con el servicio militar obligatorio se vinculó con Sendero Luminoso, la organización que fundó Abimael Guzmán, capturado en 1992 y quien cumple una condena a cadena perpetua en una base naval.
El camarada "Artemio" tenía cuando ingresó a la organización 20 años, ahora 50. Escaló rápidamente posiciones en la estructura directiva de Sendero Luminoso, que apreciaba mucho la formación castrense de comando que Flores había recibido en el ejército.
En 1989, en un video que registraba una reunión del Comité Central de Sendero Luminoso el año anterior, aparecía "Artemio" al lado de Guzmán y la cúpula maoísta, confirmándose que tenía a cargo el denominado Comité Regional del Huallaga, que abarcaba las regiones de Huánuco y la colindante San Martín y donde se concentraban las principales mafias del floreciente negocio del narcotráfico.
Cuando en 1992 fue detenido Guzmán y este declaró el fin de la lucha armada contra el Estado peruano, "Artemio" rechazó la rendición y continuó en guerra. Sobrevivió a los gobiernos de Alberto Fujimori (1990-2000), Alejandro Toledo (2001-2006) y el segundo de Alan García (1985-1990 y 2006-2011).
Para ello se apertrechó en el apoyo de la población pobre que se dedica al cultivo de coca y en el financiamiento de las organizaciones de traficantes de cocaína que le pagaban "cupos" a cambio de seguridad.
"El narcotráfico ha perdido un gran respaldo con la captura de Artemio. Pero ha quedado el aparato armado que dirigía", señaló a IPS otro reconocido periodista de Huallaga, Felipe Páucar.
"Seguramente otro dirigente lo reemplazará, y aunque no tenga su mismo nivel político, ideológico y militar, intentará seguir sirviendo a los narcotraficantes", adelantó.
"El clima de violencia generado por las mafias de la droga prevalecerá hasta que no sean destruidas las líneas maestras de la producción. Mientras exista narcotráfico, habrá subversión", dijo Páucar, quien vive en la localidad de Tingo María, en Huánuco.
El equipo policial que se dedicó a la búsqueda y captura de Flores se constituyó en 2007 como la División de Investigaciones Especiales (Divinesp), una unidad de la Policía Antidrogas.
El gobierno peruano demostró al de Estados Unidos que la organización maoísta en el valle de Huallaga era parte de la producción de droga, y consiguió entonces la cooperación económica y tecnológica de Washington.
Esa cooperación se dio a través de la Sección para Asuntos de Narcóticos (NAS, por sus siglas en inglés) de la embajada de Estados Unidos y de la agencia antidrogas de ese país, DEA, por sus siglas en inglés.
La NAS financia las operaciones con helicópteros UH1H y la DEA provee, además de un fondo destinado a pagar a informantes, un equipo de interceptación de comunicaciones telefónicas conocido como "Constellation".
Además, el 20 de julio de 2010, el gobierno estadounidense ofreció cinco millones de dólares a quien suministrase datos que facilitasen la detención de "Artemio".
Precisamente, en 2011 agentes de la Divinesp reclutaron a un miembro del entorno íntimo de "Artemio", dentro del programa de informantes a sueldo, con el objetivo de que neutralizara al jefe senderista. El "topo" cumplió con su misión en la madrugada del jueves 9, en Puerto Pizana, en la selva nororiental de San Martín.
La captura se produjo la mañana del domingo 12. "Artemio" fue transportado hasta la base antidrogas de Santa Lucía, en el Huallaga, a donde viajó el presidente Ollanta Humala para verificar el estado del detenido e instarlo a que pidiese a sus seguidores que depongan las armas.
Ahora solo queda activo el jefe senderista que opera en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (VRAE), Víctor Quispe Palomino, conocido como camarada "José", quien en dos oportunidades envió columnas armadas a Huallaga para eliminar a "Artemio" y tomar el control de la organización. Pero fracasó.
"José", como "Artemio", también se sustenta en una base social compuesta por cultivadores de coca y en el pago de "cupos" de los narcotraficantes.
"Una de las posibilidades que se presenta es que José, aprovechando la caída de Artemio, intente una vez más ocupar el Huallaga con su propia gente y reclute a los seguidores del apresado jefe senderista", expresó a IPS el general retirado Otto Guibovich, excomandante general del ejército y analista en asuntos de seguridad.
"Le será más fácil porque ya no encontrará la resistencia de una organización que virtualmente ha sido diezmada", planteó. "Lo que tiene hacer el Estado peruano es consolidar su victoria sobre Sendero Luminoso en el Huallaga. Debe proseguir con la presión policial y militar sobre las huestes desperdigadas de Artemio para que no se reagrupen", consideró el general retirado.
En conjunto, a su juicio, el gobierno "debe aplicar un vigoroso programa económico y social en las regiones de Huánuco y San Martín", donde la pobreza afecta "a más de 50 por ciento de la población, y en consecuencia representa un atractivo caldo de cultivo para la subversión".
"En aquellas áreas se requiere inversión en salud, educación e infraestructura. Si no se hace esto, la violencia podría reaparecer, especialmente en una zona donde el narcotráfico es una poderosa actividad económica", señaló Guibovich.