El bioma amazónico está en transición hacia un régimen de disturbios biofísicos, con alteraciones en sus ciclos hídricos y energéticos, constató, tras 20 años de investigaciones, el Experimento de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera en la Amazonia (LBA). El experimento, coordinado por el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia, concluye que el bioma tiene alta capacidad de resiliencia, pero con límites.
“Conseguimos identificar tales límites y las consecuencias de sobrepasarlos", explicó a Tierramérica uno de los coordinadores del programa, Paulo Artaxo.
"Las interacciones entre deforestación, quemas y sequías pueden generar pérdidas de existencias de carbono y cambios en los patrones regionales de precipitación y de flujo de los ríos. El LBA reveló algunos de esos mecanismos”, añadió.
El LBA produjo más de 2.000 publicaciones, cerca de 300 tesis y fue tema de un artículo publicado en enero por la revista Nature, una de las más antiguas del mundo científico.
