Una técnica desarrollada en la brasileña Universidad Federal de Río de Janeiro permite reaprovechar las botellas fabricadas con el producto petroquímico polietileno tereftalato (PET) para hacer barniz. El proceso, ya patentado, evita el consumo de otros derivados del petróleo. Las botellas son trituradas y sometidas a una degradación que altera su peso molecular. Luego, el residuo pasa por otros procesos químicos hasta convertirse en un polvo que se incorpora a la fórmula del barniz.
“Es necesario perfeccionar la técnica, que aún presenta problemas eventuales, como la formación de burbujas y una consistencia muy dura. Estamos estudiando formas de mejorar la maleabilidad del barniz”, dijo a Tierramérica el químico Antonio Alves da Silva, responsable del estudio.
“No hay previsión de fecha para que el producto llegue al mercado. El barniz no será comercializado hasta que esos problemas sean resueltos”, acotó.