Roxana Baldetti, la primera mujer que ejercerá la Vicepresidencia de Guatemala, tiene en sus manos catapultar o desalentar la participación femenina en la política nacional según sea su desempeño a partir de este año, advierten organizaciones feministas.
Baldetti, de 49 años, asumirá su cargo el 14 de este mes junto con quien ocupará la Presidencia, el general retirado Otto Pérez Molina, electos por el derechista Partido Patriota en noviembre de 2011.
Baldetti logró la hazaña de convertirse en la primera mujer en acceder al Poder Ejecutivo, una responsabilidad que viene cargada de enormes desafíos y compromisos. "Esperamos que ella desempeñe un buen papel para que en una próxima oportunidad podamos llegar a tener una presidenta de la República", dijo a IPS la alcaldesa Miriam Ordóñez, de San Cristóbal Acasaguastlán, un municipio situado 101 kilómetros al noreste de la capital.
"Tiene un gran reto que cumplir para que las mujeres seamos bien vistas y que no nos sigan descalificando como hasta hoy, y tengo la confianza de que ella (Baldetti) tenga mucha capacidad para lograrlo", matizó.
La participación política de la mujer en Guatemala es muy limitada a juzgar por la representación que ostenta en la actualidad.
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Así, hoy solo siete de las 333 alcaldías que tiene este país están conducidas por mujeres, mientras que para el período 2012-2016 fueron elegidas nuevamente siete.
De los 158 escaños del unicameral Congreso, apenas 18 son ocupados por diputadas en la actualidad y para el período 2012-2016 serán 19, de las cuales solo cuatro son indígenas, según datos oficiales.
"Las mujeres escasamente han logrado un 5,5 por ciento de los cargos en juego, es decir 27 plazas de las 493 posibles", contando los cargos a presidente, vicepresidente, alcaldías y diputaciones, según un informe de la Procuraduría de Derechos Humanos sobre el proceso electoral de 2011.
"Las oportunidades efectivas en la función pública se dan con gran desigualdad, injusta para cualquier sistema democrático representativo y participativo", agrega el estudio basado en los resultados proporcionados por el Tribunal Supremo Electoral.
De este modo, existen muchas expectativas sobre el papel que la futura vicepresidenta deberá impulsar para lograr la superación de las mujeres en diferentes ámbitos, entre ellos la educación.
"Muchas no han tenido la oportunidad de tener educación, y eso las limita mucho en sus conocimientos y autoestima, por eso es importante trabajar en este tema" y en otros de la mano de organizaciones de mujeres, dijo Ordóñez.
La mujer también necesita de la promoción de programas productivos que le permitan agenciarse de recursos para mejorar su calidad de vida, "pero no con intereses partidarios", señaló a IPS la activista Hortencia Simón, de la no gubernamental Asociación Política de Mujeres Mayas Moloj.
El gobierno saliente del socialdemócrata Álvaro Colom impulsó el programa "Mi Familia Progresa", el cual otorga 37 dólares a las familias de escasos recursos a cambio de que manden a los niños y niñas a la escuela y de que acudan a recibir atención médica estatal.
Si bien este programa fue reconocido por su éxito en el combate contra la pobreza, también fue blanco de críticas de grupos civiles por la escasa fiscalización y su utilización política.
Simón también considera que la educación de la mujer guatemalteca "es fundamental para que puedan optar a empleos con dignidad, dado que para conseguir un trabajo digno se necesita de ciertos perfiles académicos", explicó.
La educación de la mujer guatemalteca es todavía un gran reto, según los grandes rezagos que aún afronta, en especial, la mujer indígena.
"Apenas una de cada 10 adolescentes indígenas se inscribe en la escuela secundaria, mientras que la cifra se reduce a una de cada 100 cuando viven en situación de pobreza extrema", según un estudio de 2007 del Banco Mundial.
La activista indígena añadió que Baldetti "tendrá la oportunidad de abrir o cerrar las puertas para que otras mujeres puedan participar en el ámbito político porque su gestión dirá mucho de lo que las mujeres podemos hacer".
Por su parte, Rosario Escobedo, activista del no gubernamental Sector de Mujeres, fue más escéptica al referirse a Baldetti.
"Tenemos un poco de temor de que no tome en cuenta nuestros planteamientos, porque no recibimos una respuesta clara de los acercamientos con ella para presentarle la agenda estratégica de las mujeres cuando era candidata", comentó a IPS.
El Sector de Mujeres promueve la política nacional de promoción y desarrollo de las mujeres y el plan de equidad de oportunidades 2008-2023, un documento que plantea orientar el quehacer económico, político, social y cultural del Estado a favor de la promoción y desarrollo de las guatemaltecas en condiciones de equidad.
Esa agrupación también está pendiente del proceso de selección de la nueva Secretaría Presidencial de la Mujer, una institución clave para la promoción de políticas públicas a favor de este sector, que representa un poco más de la mitad de la población guatemalteca de 14 millones de personas.
Cecilia Álvarez, del no gubernamental Grupo Guatemalteco de Mujeres, dijo a IPS que "es un avance importante en cuanto al acceso al poder que por primera vez haya llegado una mujer a la Vicepresidencia".
La activista sostuvo que "la verdad de las promesas de campaña se conocerá a partir del 14 de enero" cuando Baldetti asuma el cargo.
Sin embargo, "con algunas organizaciones de mujeres se comprometió a respetar los procesos que como agrupaciones hemos iniciado. No se puede iniciar de cero cuando se ha avanzado aunque sea poco, por ejemplo, en una política pública de desarrollo integral de la mujer y una ley contra el femicidio", explicó.
Baldetti, mientras tanto, ha ofrecido insistentemente apoyar en educación, salud y proyectos productivos a las mujeres del área rural, a las que ella denomina "de la otra Guatemala".
Y alguna vez expresó: "lo que tengo sobre mis hombros es hacer un buen papel para que más mujeres puedan hacer política pero sobre todo para que nos tomen en cuenta en las decisiones importantes de este país".