El gobierno de España resolvió recortar su presupuesto para la cooperación internacional para el desarrollo, pero tratará de que afecte en menor medida a América Latina y el Caribe y, en especial, que perjudique lo menos posible a los sectores sociales más desfavorecidos.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, que integra el gobierno que preside el conservador Mariano Rajoy desde el 21 de diciembre, dijo a IPS que el ajuste presupuestario es necesario dada la situación de crisis global que se está viviendo.
Pero el nuevo jefe de la diplomacia española consideró que junto con los recortes también habrá que impulsar medidas para promover el crecimiento económico y la mejoría de las relaciones internacionales, dentro de un plan integral.
En un acto este lunes 9 en Madrid en el que asumieron sus cargos ocho funcionarios de su Ministerio, García-Margallo utilizó una frase del primer presidente de gobierno de la democracia española tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
Adolfo Suárez (1976-1981) dijo poco después de dar comienzo a la transición democrática que había que cambiar las cañerías, pero seguir dando agua, y cambiar los cables, pero también sin dejar de proporcionar electricidad. O sea hacer cambios pero mirando hacia adelante.
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El ajuste presupuestario de la cancillería española es de unos 1.300 millones de dólares, lo que significa una rebaja de 40 por ciento en relación al que tuvo en el 2011. Todavía no se ha determinado en cuanto afectará a la cooperación, pero que lo hará se da por hecho.
Al respecto, el presidente de la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo (CONGDE), Eduardo Sánchez Jacob, señaló que es verdad que la situación es muy compleja, pero también que hay varios instrumentos para enfrentarla.
En primer lugar, precisó, que "se puede y se debe hacer un esfuerzo para que los proyectos de cooperación se mantengan". Con ese fin, deben utilizarse criterios "que tengan presente a los sectores más vulnerables de los países en desarrollo", de manera que las rebajas presupuestarias no los afecten.
Fernando de Salas, actual rector honorario de la Sociedad de Estudios Internacionales y gran experto en el sector, manifestó a IPS que la cooperación se debe mantener y también hay que encarar con decisión la lucha contra los desastres naturales, "que no solo afectan a la naturaleza sino también a la población y dentro de esta a los sectores más desfavorecidos".
Recordó que el secretario general de la Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió en agosto en su último informe "una aplicación estratégica internacional para la resolución de los desastres" y destacó que ellos producen daños psicológicos, además de los físicos, "como sucede a las familias que pasan hambre".
Salas, quien también integra el Club de Roma, argumentó que los daños ecológicos son grandes pero los 193 estados miembros de la ONU no contribuyen a enfrentarlos.
Para lograrlo, adujo, "hay que modificar la mentalidad de los gobernantes para que cumplan sus compromisos con la ONU y dar prioridad a los gastos que permitan enfrentar los aspectos devastadores".
Y concluyó con una propuesta original: "Así como se crearon unos Cascos Azules para enfrentar situaciones militares o terroristas de emergencia, la ONU debería crear los Cascos Verdes para que actúen ante las emergencias y desastres naturales".
La CONGDE emitió un comunicado para recordar al gobierno de Rajoy que "ante una crisis de dimensiones globales como la que nos afecta, las respuestas deben ser también globales y deben proteger ante todo los servicios sociales básicos de las personas y el bienestar social, tanto en España como en los países empobrecidos".
"Consideramos injusto que sean precisamente las personas más vulnerables quienes más tengan que pagar esta crisis; los fondos destinados a cooperación son los que mayores recortes han sufrido (solo superados por los realizados en infraestructuras)", planteó la coordinadora.
Pidió en especial tener en cuenta que "la cooperación al desarrollo no es un lujo para tiempos de bonanza, sino una responsabilidad ética, una política pública que debe ser plenamente garantizada".
Al asumir este lunes 9 su cargo de secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, el diplomático Jesús Gracia Aldaz, recordó con gran afecto que pasó 12 años en América Latina donde comprobó que "los españoles vivimos ahí como en casa". De hecho, los últimos años fue ministro consejero en la embajada de este país en Argentina.
Por ello, adicionó, al hacerse cargo de la secretaría asume un compromiso firme con América Latina, "que vive momentos difíciles" y "en tiempo de crisis es cuando hay que buscar soluciones".
Por eso, Gracia adelantó que piensa impulsar la cooperación como una política de estado y hacer que la ayuda sea eficaz, para así contribuir a lograr que los aportes del sector "sean bien invertidos y sean destinados allí donde sean más fértiles".
La Secretaría de Estado para Iberoamérica fue suprimida por el anterior gobierno, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Su restablecimiento por Rajoy reflejó el cumplimiento del compromiso asumido en diferentes declaraciones de ampliar la cooperación con América Latina y Caribe, incluida la no económica.
