El combate contra la palometa peluda (Hylesia metabus) logró el año pasado importantes resultados en centros poblados de la nororiental península venezolana de Paria. Se pudo reducir a su hábitat en manglares del Golfo de Paria, entre este país y Trinidad y Tobago. "De los varios millones de estas mariposas halladas hace un año en 13 municipios de la zona, ahora encontramos pocos ejemplares y solo en tres distritos, gracias a los sistemas de trampas, fumigación en sitio y aspersión aérea sobre manglares", explicó a Tierramérica el responsable de saneamiento ambiental en la zona, Gregorio Alvarado.
La palometa peluda es un insecto alado de unos cinco centímetros, muy atraído por la luz y que libera desde su vientre vellos urticantes que causan reacciones alérgicas en la piel.
Esta plaga prosperó en la zona desde 2004, aupada con los vientos del huracán Iván, y han azotado desde entonces a miles de habitantes del agrícola, pesquero y turístico nordeste venezolano.
Alvarado dijo que en la campaña contra la palometa en 2012 se instalarán más trampas luminosas y se podrá usar otros insectos, que son biodepredadores de sus larvas.