Cambiar la gobernanza mundial para salvar la Tierra

La humanidad está llevando al clima y a los ecosistemas de la Tierra a un umbral crítico, por lo que se requieren de nuevas formas de cooperación internacional y gobernanza, señalan expertos.

El hielo se derrite en el Pico de Orizaba, volcán de México. Crédito: Mauricio Ramos/IPS
El hielo se derrite en el Pico de Orizaba, volcán de México. Crédito: Mauricio Ramos/IPS
"Afrontamos una emergencia planetaria", alertó Owen Gaffney, del Programa Internacional de Geosfera-Bioesfera, con sede en Estocolmo.

"Necesitamos un ‘momento constitucional’ en la política mundial, semejante al cambio de gobernanza ocurrido a partir de 1945, que llevó a la creación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y de numerosas otras organizaciones internacionales", dijo Frank Biermann, de la Universidad Libre de Ámsterdam y director del Proyecto Sistema de Gobernanza de la Tierra.

"La humanidad afronta grandes desafíos… Se necesitan acciones urgentes", dijo Biermann a IPS.

Algunos de esos desafíos son la creciente pobreza, la falta de alimentos, de agua y de seguridad energética, la crisis financiera, el cambio climático, la acidificación de los océanos y la pérdida de biodiversidad.
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Todos esos problemas y sus soluciones están interconectados.

Normalmente, los sistemas de la Tierra, complejos y mutuamente dependientes, pueden autocorregirse y lograr estabilidad. Sin embargo, pueden llegar a puntos de quiebre y luego cambiar sorpresiva y abruptamente, dijo Gaffney en una entrevista.

"Solo debemos recordar cómo la crisis del sistema hipotecario en Estados Unidos casi causó el colapso del sistema financiero mundial", añadió.

La Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Río+20, que se realizará entre el 20 y el 22 de junio próximo, debe ser el momento en la historia en que las naciones se unan y encuentren vías para asegurar "la propia supervivencia de la humanidad", sostuvo.

El próximo encuentro marca el vigésimo aniversario de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, celebrada también en Río de Janeiro, y los 10 años de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable en Johannesburgo.

Se produjeron muchos cambios desde la primera reunión de Río en 1992, también conocida como Cumbre de la Tierra. Hoy, más de 90 por ciento de los 7.000 millones de habitantes del planeta tienen acceso a teléfonos móviles, y un tercio a Internet, dijo Gaffney.

Además, las organizaciones de la sociedad civil se han propagado por todo el mundo y se han convertido en una fuerza global.

"Esas son diferencias muy profundas respecto de 1992. Hoy, más y más personas se sienten ciudadanos globales o planetarios", indicó.

Antes de Río+20, la comunidad científica mundial presentará un completo informe del "estado de la Tierra", en la conferencia "Planeta bajo presión", que se realizará en Londres entre el 26 y el 29 de marzo.

Casi 3.000 expertos de todo el mundo presentarán un informe trascendental sobre la salud de la Tierra y las amenazas que afronta. Por primera vez, además, harán completas recomendaciones sobre lo que se debe hacer para evitar un desastre.

Una de las primeras cosas que una comunidad humana madura tendría que hacer es solucionar sus problemas de gobernanza internacional. Casi 20 años de negociaciones internacionales sobre el cambio climático no han logrado reducciones significativas de las emisiones de gases invernadero, causantes del fenómeno.

Para prevenir el peligroso recalentamiento planetario se necesitará una urgente acción esta década, alertan los científicos.

Pero las negociaciones climáticas son solo un ejemplo. Expertos en gobernanza internacional son unánimes en señalar también el fracaso de los esfuerzos para lograr la igualdad y el consenso dentro de la ONU a la hora de tomar decisiones significativas, señaló Biermann.

"Un país puede tener a todo el mundo de rehén", indicó.

El Protocolo de Montreal para proteger la capa de ozono es considerado el tratado ambiental mundial más exitoso, y no utiliza el tradicional sistema de la ONU. Las decisiones son tomadas solo cuando coinciden una mayoría de las naciones industrializadas y una mayoría de las del Sur en desarrollo.

Las negociaciones climáticas necesitan cambiar a algún tipo de sistema mayoritario basado en el "voto calificado", dijo Biermann. "Mi sugerencia personal es que las naciones del G-20 (industrializadas y emergentes) reciban 50 por ciento de los votos, otros países 25 por ciento y las organizaciones de la sociedad civil el 25 por ciento restante", añadió.

El clima es apenas una de las "fronteras planetarias" que la humanidad está ignorando, según documentará la conferencia "Planeta bajo presión".

Otra es la continua pérdida de biodiversidad, de la que depende también la humanidad para sobrevivir.

El agua potable es otra. Se trata de un recurso limitado, pero su consumo se ha incrementado seis veces en el último siglo. En muchos lugares, la calidad del agua se ha degradado, aunque su demanda crece de la mano de la expansión de las economías y de las poblaciones.

En 2010, el Consejo Internacional para la Ciencia alertó que "el funcionamiento del sistema de la Tierra tal como lo conocemos está en riesgo". El Consejo fue fundado en 1931 como una coalición de organismos y asociaciones de científicos de 141 países. Es el principal impulsor de la conferencia "Planeta bajo presión".

"Las sociedades deben cambiar el curso para alejarse de los umbrales críticos, que podrían causar un cambio rápido e irreversible. El sistema de gobernanza internacional debe cambiar", dijo Biermann.

Pero transformar la gobernanza internacional será todo un desafío, ya que los países están más preocupados con sus intereses de corto plazo, reconoció.

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