Los líderes de las naciones de Asia central, donde escasean los recursos energéticos, olvidan a veces que tratar con Rusia suele ser contraproducente, lo cual nuevamente quedó en evidencia esta semana en Tayikistán.
Desde que un tribunal de este país sentenció a dos pilotos de origen ruso a ocho años y medio de prisión tras acusarlos de contrabandear repuestos de aviones, Dushanbe siente la ira de Moscú.
Los dirigentes rusos arremetieron contra el gobierno de Emomali Rahmon por intentar chantajear al Kremlin, y amenazan con lisiar la economía de Tayikistán tomando represalias contra los trabajadores que emigraron de ese país a Rusia.
El problema surgió el 8 de este mes, cuando un tribunal tayiko dictaminó que el ciudadano ruso Vladimir Sadovnichy y el estonio Alexei Rudenko eran culpables de cruzar ilegalmente la frontera, así como de contrabando, cuando en marzo aterrizaron sus dos aviones de carga Antonov-72 en la sureña localidad de Kurgan-Tyube.
Ellos sostienen que pidieron permiso varias veces para recargar combustible mientras llevaban los aviones a Rusia desde Afganistán, donde habían entregado carga humanitaria. Aunque los controladores del tráfico aéreo se negaron, ellos aterrizaron para evitar un accidente.
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Su error fue no declarar que a bordo llevaban un motor de avión sin ensamblar.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo enseguida que las sentencias eran «extremadamente severas» y que estaban «políticamente motivadas».
Los cargos «no tienen fundamento, son exagerados y carecen de toda justificación legal seria», dijo el portavoz del ministerio, Aleksandr Lukashevich, en una conferencia de prensa realizada el día 9.
«Este veredicto no ayuda a fortalecer nuestra relación existente como socios aliados estratégicos. De hecho, la perjudica seriamente», agregó.
El día después del fallo, el presidente ruso Dmitry Medvedev emitió una velada amenaza por televisión. La reacción de Moscú «puede ser diferente, dependiendo de la respuesta que recibamos: simétrica o asimétrica», dijo, reclamando una explicación.
Las relaciones entre Rusia y Tayikistán han sido espinosas en los últimos dos años. El principal punto de escozor son los esfuerzos por finalizar la represa de Rogun.
En cuanto al juicio a los pilotos, los funcionarios tayikos niegan cualquier motivación política. Pero el fiscal general Sherkhon Salimzoda explicó el 10 de este mes que Kabul pidió a esos empleados detener los aviones por estar operando sin licencia.
Los aviones estaban registrados ante una misteriosa empresa británica con sede en las Islas Vírgenes: Rolkan Investments Ltd.
Los medios de comunicación rusos desestiman la última explicación, afirmando en cambio que Dushanbe está «chantajeando» a Moscú en torno al futuro de la presencia continua de la 201 División Motorizada de Rifle en Tayikistán.
Rusia tiene más soldados en Tayikistán que cualquier otro país. En septiembre, Medvedev y Rahmon anunciaron que en 2012 firmarían un acuerdo por otros 49 años sin pagar ninguna renta.
Pero se rumorea que Rahmon está profundamente desconforme con el acuerdo. Funcionarios tayikos han sugerido que los rusos deberían pagar por tener a sus tropas apostadas allí, lo que a Moscú no le cae nada bien.
«Hay algunos aspectos de la política actual de Rusia que a algunos políticos tayikos no les gustan demasiado», dijo Andrei Grozin, del Instituto CIS, a La Voz de Rusia.
«O, probablemente, Tayikistán quiere (recibir) algunos privilegios económicos de Rusia. Este caso es probablemente un pretexto para que las autoridades tayikas ofrezcan a Rusia alguna negociación: Ustedes hacen esto y aquello y nosotros liberamos a vuestro piloto», planteó.
Muchos tayikos sienten horror ante el riesgo que esta rencilla implica para sus medios de sustento. Alrededor de una séptima parte de la población trabaja en el exterior, principalmente en Rusia. Según algunas estimaciones, las remesas que envían representan hasta 40 por ciento del producto interno bruto de Tayikistán.
El 11 de este mes, Moscú amenazó con deportar a unos 200 trabajadores invitados tayikos, informó la agencia de noticias RIA Novosti.
«Una de las medidas más realistas y efectivas podría ser introducir cuotas estrictas e incluso un regimen de visas para los ciudadanos tayikos», propuso un análisis en el periódico Moskovskii Komsomolets.
El dirigente político opositor tayiko Hajji Akbar Turajonzoda, enemigo declarado de Rahmon, dijo a la agencia de noticias Interfax que teme que la «precipitada» decisión judicial complique las vidas de los ciudadanos de su país que trabajan en Rusia.
«Pienso que esta decisión se tomó al más alto nivel y personalmente no entiendo qué objetivos buscaban las autoridades con esto», expresó.
Este caso también puede atizar los sentimientos xenófobos en ambos países, dijo el analista Parviz Mullojanov, radicado en Dushanbe.
«El incidente puede verse en el contexto de dos crecientes oleadas de nacionalismo, (una) en Rusia y (la otra) en Tayikistán. En ambos países, los partidos opositores utilizan declaraciones nacionalistas para llamar la atención», explicó.
El nacionalista ruso Vladimir Zhirinovsky ya empezó a agitar el avispero con la ayuda de medios de comunicación financiados por el Kremlin.
«El objetivo real de las autoridades tayikas fue capturar el avión que luego se usaría para traficar drogas», dijo Zhirinovsky a Russia Today en su edición del día 9.
Moscú debería introducir un regimen de visas para los trabajadores migrantes como medida retaliatoria, agregó.
«Esas declaraciones son muy serias y peligrosas para las relaciones entre Dushanbe y Moscú», respondió Nuriddin Karshibaev, director de la Asociación Nacional de Medios Independientes de Tayikistán.
Los ataques ideológicos de ambas partes pueden ser usados por fuerzas políticas destructivas, añadió.
* Este artículo fue publicado originalmente en EurasiaNet.org. Nota del editor: Konstantin Parshin es un periodista independiente radicado en Tayikistán.