«Antes: obrero naval; después: mendigo», reza el cartel de un hombre con camisa impoluta que pide limosna cerca de una plaza en esta sureña ciudad española, en la que decenas de «indignados» gritan «¡La banca siempre gana y no me da la gana!» y «¡Qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa!».
Cuando faltan menos de dos meses para las elecciones generales en España, el Movimiento 15 de Mayo (15M) pone el dedo en la llaga sobre los graves problemas que afronta el país, derivados de la crisis del mundo rico, y piensa que la democracia no consiste en votar cada cuatro años sino en un sistema abierto con fórmulas de participación directa de la ciudadanía en asuntos públicos.
La crisis económica llevó a que el desempleo ya afecte a cuatro millones de españoles, más de 20 por ciento de la población activa española, en su mayor parte jóvenes, mientras que miles no pueden hacer frente al pago de las hipotecas viéndose obligados a abandonar sus casas.
"Ha llegado el momento en el que la democracia debe ir más allá de los representantes políticos y abrirse a consultas y referendos para asuntos de importancia social", dijo a IPS Klaudia Álvarez, de 35 años y una de las portavoces de "Democracia Real Ya" (DRY), la plataforma que convocó la manifestación en la madrileña Puerta del Sol el 15 de mayo.
Desde esa fecha, que le dio nombre al movimiento también conocido como de indignados, se expandió a las calles de las principales ciudades del resto de España y más allá de sus fronteras.
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Los indignados comenzaron a organizarse en redes sociales como Facebook y Twitter y a manifestarse espontáneamente contra un modelo económico que creen socialmente injusto y un sistema político en el que los partidos gobernantes están supeditados al poder económico.
"La ciudadanía debe poder hacer propuestas de ley, usar el voto electrónico, tal y como propone Democracia 4.0, o escribir en colaboración una Constitución como la wikiconstitucion de Islandia", agregó Álvarez.
Democracia 4.0 es una iniciativa planteada por el abogado Juan Ignacio Moreno Yagüe, quien propone el voto directo de los ciudadanos a través de Internet para todos aquellos asuntos que se discutan tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado.
En Málaga, una de las principales ciudades de la comunidad autónoma de Andalucía, los impulsores del 15M consiguieron que el parlamento regional recibiera una iniciativa legislativa popular (ILP), presentada el 31 de mayo y centrada en aumentar la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas, explicó a IPS el abogado José Cosín.
Álvarez calificó de injusta la ley electoral en vigencia, por facilitar el bipartidismo, al tiempo que criticó la falta de transparencia de estas formaciones "porque no sólo pretendemos que se sepa el patrimonio de los políticos, sino cómo se financian los partidos".
Fabio Gándara, otro de los portavoces de DRY y abogado sin empleo, declaró a IPS que la ley Electoral "tergiversa la decisiones políticas de los españoles", porque "discrimina a los partidos pequeños y manipula la proporcionalidad favoreciendo que determinadas formaciones obtengan un número mayor de escaños".
La campaña para los comicios del 20 de noviembre comenzó oficialmente el lunes 26 y, según todas las encuestas, el opositor y centroderechista Partido Popular (PP) se proyecta como el posible ganador, con una distancia importante sobre el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, que ganó ampliamente el PP, ya estuvieron marcadas por las protestas del 15M. Según un estudio del estatal Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), más de 20 por ciento de los votantes declaró que tuvo en cuenta esas movilizaciones a la hora de decidir en las urnas.
Jaime Ferri, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, dijo a IPS que el 15M "jugó a favor de muchas abstenciones". Describió a los indignados" como "gente progresista, próxima a los partidos de izquierdas, que quiere desprenderse de la tara de votar a los partidos mayoritarios".
Gándara, de 26 años, descartó que el 15M quiera influir en las elecciones pidiendo el voto en un sentido u otro, porque "nuestra relación con los partidos ha de limitarse a poner el dedo en la llaga en los problemas existentes y demandar soluciones para los mismos".
Empero, los sondeos previos indican que casi 80 por ciento de los consultados se declaran de acuerdo con las reivindicaciones de los indignados. Ello demuestra la "enorme" desconfianza de la ciudadanía hacia los dirigentes de los grandes partidos, destacó Álvarez, quien trabaja como profesora de Imagen y Sonido en la nororiental ciudad de Barcelona.
El 15M convocó para el 15 octubre una "protesta no violenta a escala global", en la que "personas de todo el mundo tomarán las calles y las plazas para reclamar sus derechos y pedir una auténtica democracia", según se anuncia en su página web http://www.15october.net.
"La gente se está organizando a través de las redes sociales en Internet y en la calle para caminar hacia un mundo donde no seamos mercancía en manos de políticos y banqueros", manifestó Álvarez, quien augura un otoño caliente de movilizaciones para demostrar que los ciudadanos "tienen algo que decir en la democracia más allá del show electoral".
Y es que para el 15M, "el proceso electoral constituye un rito vacío, algo así como un simulacro de auténtica participación política", declaró el catedrático Fernando Vallespín, de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, en una entrevista publicada este mes en la revista española Claves.
El 15 de octubre será, según Gándara, "el momento clave" previo a las elecciones generales, en el que los indignados aglutinarán en una protesta coordinada a nivel internacional "el descontento frente a las políticas que se están imponiendo en casi todo el planeta".
La presión del movimiento logró influir en el discurso de los partidos políticos, que incorporaron en sus programas algunas de sus reivindicaciones.
"Muchas de las demandas y propuestas expresadas por los indignados hace unos meses ya están en la arena política y son defendidas por diversos partidos y sectores importantes dentro de los mismos", valoró Gándara.
Sin embargo, Álvarez cree que se trata de una "treta electoralista", porque "la inclusión en los programas no garantiza su aplicación real y estamos habituados a que los políticos no cumplan sus promesas".
El gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero dio un giro radical a su política en mayo de 2010, forzado por la Unión Europea, para enfrentar el creciente endeudamiento y evitar así un rescate financiero de sus socios de la zona euro. El drástico ajuste tuvo éxito fiscal, pero a costa de abatir el gasto social e incrementar el desempleo.
"Los políticos españoles no gobiernan para los ciudadanos, sino en base a las presiones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Central Europeo (BCE), para contentar a países como Estados Unidos o Alemania, o para calmar los ataques de pánico de los inversores extranjeros", reprochó Gándara.
Bajo lemas como "Gastos militares para escuelas y hospitales", cientos de "indignados" salieron a la calles en decenas de ciudades el domingo 18 para protestar por los recortes de los presupuestos destinados a servicios públicos.
DRY está preparando, informó Álvarez, el denominado Plan de Rescate Ciudadano, que "rompe con la absurda creencia de que la única salida a la crisis es seguir los dictados de la austeridad, los recortes y las privatizaciones" y propone alternativas como la reformulación del sistema fiscal, el control de la especulación y la lucha contra el fraude y paraísos fiscales.
"Se trata de un paquete de propuestas constructivas que esperamos anime a la ciudadanía a continuar reivindicando cambios esenciales en nuestra democracia", acotó Gándara.
"Tras las elecciones, gobierne quien gobierne continuaremos luchando por conseguir cada una de nuestras reivindicaciones", prometió Álvarez.