«Repito. Mientras no haya hechos no hay diálogo. Las palabras no son suficientes», dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al aterrizar en Argentina. Antes, en Chile, sostuvo por primera vez en un año de gobierno que está «dispuesto» a una eventual plática con las guerrillas.
Las organizaciones insurgentes deben, sin embargo, cesar sus ataques contra civiles, entre otros gestos "fehacientes" de que quieren llegar a acuerdos, advirtió.
La gira de Santos, que comenzó el lunes 15 en Chile y concluyó este jueves 18 en Argentina, a donde llegó en la noche de la víspera, tuvo en la agenda como asunto central la crisis económico-financiera en Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, aprovechó para expresar su "total rechazo" a las sugerencias que desde el exterior le indican que es tiempo de buscarle fin al enfrentamiento con las guerrillas izquierdistas surgidas en 1964, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"No aceptamos que nadie intervenga en los asuntos internos", sentenció.
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Santos había dicho el viernes 12, ante industriales colombianos, que no actuará mientras no tenga "muy claro que cualquier diálogo nos lleve a un verdadero acuerdo para lograr la paz". "Al perro no lo capan dos veces", añadió.
Irene Ramírez, directiva de la Asociación Campesina del Valle del Cimitarra (ACVC), tomó la contundente expresión de Santos para replicar que es "al pueblo" al que "han capado muchísimas veces".
"Ya no tienen qué más caparle. Por eso ya se está haciendo sentir, cansado de que lo tengan siempre sometido a la miseria, engañado y, más aún, a estar siendo masacrado", dijo Ramírez a IPS.
La ACVC, que agrupa a 25.000 campesinos y campesinas, recibió en 2010 el Premio Nacional de Paz. El fin de semana realizó el "Encuentro nacional de comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas por la tierra y la paz de Colombia", bajo el lema "El diálogo es la ruta".
Ramírez, una menuda campesina de 43 años, estudió hasta segundo año de la escuela primaria. De hablar directo, dirigió la descomunal logística del Encuentro, que, según sus cuentas, reunió a "las 30.000 personas que estábamos esperando" en este hirviente puerto fluvial petrolero en el Magdalena Medio que es Barrancabermeja.
Al mediodía del miércoles 17, la líder campesina estaba "cansada, es cierto, porque esto demanda mucho trabajo, pero contenta pues fue un encuentro muy bonito". "Para nosotros fue una alegría muy grande sentirnos tan fuertes", comentó.
"Sobre todo yo, como campesina, me siento con muchas más ganas de seguir luchando y aprendiendo de qué manera nos podemos defender y posicionarnos como campesinos y como seres humanos", agregó.
Hasta este jueves 18 la gente de logística del Encuentro trabajó en los sitios de reunión y alojamiento, para entregar a la alcaldía todo más limpio y en mejor estado de lo que se recibió.
"Consideramos que debemos dar el ejemplo, como comunidades campesinas. Y más porque estamos hablando de paz, buscando que todo se mejore", señaló Ramírez.
"Somos muy conscientes de que con el Encuentro no es que ya esté hecha la paz. Fue como una lucecita que empezamos a abrir, para decir: sí, es posible hablar de paz", señaló.
La cita proclamó que la guerra no tiene solución militar. "El llamado es que se sienten a dialogar las partes en contienda, eso es lo que hemos trabajado", resumió Ramírez.
Las FARC y el ELN enviaron sendos mensajes escritos y tres videos, que expresan voluntad y disponibilidad hacia la paz.
A Ramírez le parece bien "que el presidente (Santos) les diga en este momento (a las guerrillas) que él está dispuesto a dialogar. Lo que nos preguntamos, como organización y como campesinos, es: ¿será cierto lo que él está diciendo?"
Álvaro Uribe (presidente de Colombia de 2002 a 2010) "lo que hizo fue encarcelar a líderes campesinos". Él (Santos) puede estar muy abierto hablando de estas cosas, pero nuestra confianza, por todo lo que nos ha pasado, la ponemos muy en duda", dijo la mujer, que respondió algunas preguntas a IPS.
IPS: ¿Por qué no llegó al encuentro el presidente Santos?
IRENE RAMÍREZ: Esa es nuestra preocupación. Estaba invitado, habló con unos compañeros nuestros. Dijo que iba a venir o que mandaba a su representante. Pero no vino. Para nosotros, aunque él se haya echado palabras en un discurso por televisión, no le vemos interés. Si lo tuviera, creo que hubiera venido.
IPS: Santos llamó a algunos embajadores para que no llegaran a Barrancabermeja, así como al jurista español Baltasar Garzón, entre otros invitados. ¿Usted, que trabajó tanto, cómo percibe esa actitud de Santos?
IR: Que no tiene confianza en lo que estamos proponiendo. Considera que somos, como campesinos, como personas, mentirosos.
Pero, y lo digo con mucha responsabilidad, para nosotros, como organización, Santos es el seguidor de Uribe (fue su ministro de Defensa). Debió haber venido o al menos mandar un representante y debió haber dejado, simplemente, venir a las personas que querían venir.
Aunque él diga que no, aunque se oponga, este encuentro demuestra que hay muchísima gente interesada en hablar de paz y que ya está cansada de estar aguantando lo que está aguantando en este país.
Estamos muy contentos de que otros países nos hayan apoyado. Queremos que alguien le haga entender al compañero presidente digo yo, porque creo que a todo el mundo le podemos decir compañero— que se ponga en los zapatos de toda esa gente que estuvo allí en ese pantano (los barrizales causados por las lluvias en los alojamientos durante el encuentro).
¿Por qué no vino a escucharlos? Siquiera una hora se hubiera sentado a escuchar o a mirar la multitudinaria marcha que hubo. Nada le iba a pasar al presidente, considero yo, porque esto era organizado por todos nosotros.
IPS: ¿Si Santos hubiera venido, ustedes le creerían más, habría más confianza hacia él?
IR: Creo que sí. Porque si tomamos confianza cuando Álvaro Uribe vino a negociar con nosotros y al mes nos metió presos a campesinos, ¿por qué no Santos, que siempre ha tenido diálogo con nuestra organización, que la conoce, que nos ha dado apoyos?
IPS: ¿Cuándo fue eso?
IR: A principio de año no sentamos con él y con el ministro de Agricultura (Juan Camilo Restrepo). Él nos lo mandó, vino aquí a Barranca. Hemos sentido que él nos ha dado confianza. Pero ahorita nos queda como un vacío, porque no vino.
La fuerza pública, el ejército y la policía, nos estaban preguntando a nosotros: ¿por qué no vino?, la misma pregunta que me está haciendo usted. ¿No quiso venir porque no le interesa esto? A nosotros nos quedan muchas preguntas por hacer. No sé si las personas que sabían que él había dicho que iba a venir, se las están haciendo.