Con el último acuerdo crediticio por 2.000 millones de dólares, la deuda de Ecuador con China y sus corporaciones de propiedad estatal llegó a 6.700 millones, que equivalen a 11 por ciento del producto interno bruto (PIB) calculado para este año.
Es la primera vez que Ecuador debe tanto a un solo país, pues sus deudas altas anteriores fueron con la banca multilateral o, como a comienzos del siglo XX, mediante la emisión de bonos que se colocaban en los mercados financieros de Nueva York y Londres, fórmula que permitió, por ejemplo, la construcción del fundamental ferrocarril de Guayaquil a Quito.
Anuncios oficiales previos habían indicado que el crédito sería a ocho años de plazo con un interés de 6,9 por ciento y un período de gracia de dos a tres años.
Pero el gobierno aún no divulgó los detalles del préstamo, firmado la semana pasada en Beijing por el subsecretario de Crédito Público, Willian Vásconez, que hizo aumentar los adeudos con el gigante asiático a más del doble del monto que el gobierno de Rafael Correa declaró en moratoria en 2008 por considerar que eran obligaciones ilegales.
Tras esa resolución, la deuda ecuatoriana bajó a 7.000 millones de dólares, pero ahora se ubica en 10.780 millones, 17 por ciento del PIB proyectado para 2011.
"Estén seguros que (este préstamo) es en beneficio del pueblo ecuatoriano", dijo el presidente Rafael Correa. "Los ladrones ya son una cuestión del pasado", añadió en una rueda de prensa a mediados de junio, en la que su ministro de Finanzas, Patricio Rivera, infirmó que se negociaban préstamos en China.
Rivera indicó también que Ecuador está próximo a lograr una línea de crédito de 30 millones de dólares del Deutsche Bank, el banco más grande de Alemania, para la rehabilitación de los ferrocarriles. Pero este crédito no llegaría de esa entidad, según indican fuentes bancarias no identificadas que recoge la carta económica semanal Ecuador Weekly Report, especializada en temas financieros.
El diario local El Universo, citando un memorando de las negociaciones, asegura que esa asistencia provendrá del Banco de Desarrollo de China y que está ligada a la entrega, a cambio, de 72.000 barriles diarios de petróleo. Eso haría que Ecuador tenga comprometido ya 75 por ciento de sus ventas diarias de hidrocarburos a ese país, según el legislador opositor Vicente Taiano.
Unos 1.400 millones de dólares del nuevo préstamo de 2.000 millones serían de libre disposición, excepto para la compra de armas. Un militar retirado, que conversó con IPS a condición de no ser identificado, dijo que el gobierno prevé comprar aviones militares de transporte, a los cuales calificó "de muy mala calidad".
La Constitución ecuatoriana prohíbe el uso de préstamos externos para otra cosa que no sea infraestructura. Pero analistas sostienen que el gobierno centroizquierdista de Correa interpreta que en ese rango se ubican lo que llama "inversión en capital humano".
Los otros 600 millones de dólares se destinarán a proyectos que están en los primeros lugares de una lista de prioridades realizada por la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades), según El Universo.
El gobierno de Correa no pudo obtener hasta ahora préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) ni del Banco Mundial y sólo dos fuentes crediticias multilaterales permanecen abiertas, que son el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
Las fuentes bancarias citadas por EWR señalaron que la meta del gobierno es tener una línea de crédito de 10.000 millones con China.
La nueva facilidad crediticia china se suma a la recientemente obtenida por la renovación de la venta anticipada de petróleo por un monto de 1.000 millones de dólares a 7,08 por ciento de interés.
Entre los críticos de esta política crediticia se cuenta la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.
En un informe macroeconómico para socios de esa entidad, al que tuvo acceso IPS, indica que "con un precio del barril del petróleo que supera holgadamente al valor fijado en el presupuesto de 2011 (73,3 dólares por barril) y con un favorable aumento de la recaudación tributaria en los últimos cuatro años, existe suficiente liquidez para evitar un mayor endeudamiento".
China se ha posicionado estos últimos años como el mayor financista de países en desarrollo, superando en desembolsos inclusive al FMI y al Banco Mundial.
"Sus créditos contienen ciertas particularidades, siendo la principal de ellas sus elevadas tasas de interés, muy superiores a las que cobran organismos internacionales de crédito, que se garantizan con petróleo o alguna materia prima y, por último, que incluyen una política de inversión donde empresas chinas tengan participación", detalló un análisis de la consultora Multiplica.
Precisamente, otro de los préstamos vigentes con China es de 1.682 millones de dólares, suscrito el 2 de junio de 2010 para financiar la construcción del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair a cargo de la empresa estatal china Sinohydro.