BAHREIN: Mujeres ausentes

Activistas mujeres reconocieron su escasa presencia en las manifestaciones callejeras de Bahrein y en la lucha contra el sectarismo religioso, lo que atribuyeron a disputas internas dentro de las organizaciones femeninas.

Conocidas por su histórica lucha, las mujeres fueron criticadas por no poner su sello en los levantamientos populares de los últimos meses.

Tras el estallido de las protestas en Manama en febrero, organizaciones femeninas lanzaron por lo menos tres iniciativas para acercar a sus seguidoras al pueblo y ayudar a mejorar la difícil situación que viven en este país.

Pero la agenda política de otras organizaciones se interpuso con la causa de las mujeres.

"La mayoría de nuestras asociaciones debieron abandonar sus actividades porque los programas propuestos para mejorar la situación de las mujeres no eran adecuados o porque algunos integrantes trataron de promover sus propios objetivos políticos", dijo a IPS una de las fundadoras de la organización femenina más antigua de Bahrein que pidió reserva de su identidad.
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"Muchas mujeres quisieron aprovecharse de nuestra organización y promover los objetivos políticos de sus propias agrupaciones, y nosotras no queríamos que sucediera eso. Decidimos cancelar casi todas las actividades para preservar nuestra neutralidad", explicó, y añadió que lo mismo pasó a otras instituciones.

Un ejemplo de ello es Mujeres por Bahrein, lanzada en marzo y desaparecida casi en menos de un mes.

"Tuvo suerte de tener un buen comienzo, pero recibió un golpe mortal cuando su página de Facebook se convirtió en un campo de batalla para jóvenes de diferentes sectores" político-religiosos, explicó. "Los intentos de controlar la actividad de la página y contener el malestar fracasaron y las organizadoras decidieron suspender el proyecto", apuntó.

Las mujeres no fueron más de 25 por ciento de los participantes de las actividades de los partidos políticos durante las protestas, dijo a IPS el presidente de la Sociedad para la Transparencia de Bahrein, Abdulnabi al Ekri.

Ellas participaron en manifestaciones y protestas de la oposición y de partidarios del gobierno, pero no como oradoras ni líderes.

"Las organizaciones políticas tienen mujeres, pero no ocupan cargos de decisión y su papel quedó se vio opacado por el de sus compañeros varones", indicó Al Ekri, quien urgió a las activistas a romper el silencio y a aprovechar la oportunidad histórica para lograr un mayor empoderamiento a través del diálogo nacional que comenzó el 1 de este mes con la participación de todos los sectores políticos.

La Unión de Mujeres de Bahrein, que reúne a 12 organizaciones femeninas, dio el ejemplo enviando el 23 de junio un documento con los puntos que consideró que no podían faltar en las conversaciones.

La coalición pidió que se reformara la ley de nacionalidad para que ellas pudieran transmitirla a sus hijos, como hacen los hombres que se casan con mujeres extranjeras. También pidió que se implementara la segunda parte de la Ley de Familia para incluir el tribunal de la shariá (ley islámica) chiita. Actualmente sólo cubre a la sunita.

"Hicimos nuestro aporte que cuenta con el respaldo de casi todas las organizaciones femeninas, pero no tenemos ni idea si le darán prioridad", señaló Mariam al Ruwai, presidenta la Unión de Mujeres de Bahrein. Pero apuntó que las conversaciones se concentrarán en "corregir la situación política y promover cambios en la materia", y que la igualdad de género debe desempeñar un papel clave.

La voz de las mujeres fue secuestrada y ya no es tan fuerte como en los años 60, cuando Bahrein se independizó del Imperio Británico, señaló el escritor Saeed al Hamad.

"El atraso de los últimos 30 años en el mundo árabe las convirtió en seguidoras y no en líderes", dijo el escritor en el marco de un seminario organizado por el estatal Consejo Supremo para las Mujeres,

"Las bahreínes sintieron el dolor de la protesta más que los hombres y deben tener un papel clave en el futuro con una mayor participación social. Las próximas elecciones de mitad de periodo podrían ser un comienzo" en ese sentido, apuntó.

Pero la profesora de religión Fatima Bosoundel no comparte la idea de que las mujeres hayan tenido un papel secundario en los últimos acontecimientos ocurridos en el país.

"Desempeñaron un gran papel en casa manteniendo a los niños tranquilos cuando la situación en la calle estaba fuera de control. No se las puede subestimar por ser el elemento más fuerte del hogar", dijo a IPS.

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