SALUD-SRI LANKA: Abrir el paraguas contra el dengue

Ante la inminencia de las lluvias monzónicas, la lucha de Sri Lanka contra el Aedes aegytpi, mortal mosquito transmisor del dengue, enfrenta su prueba más difícil. El insecto no parece darse por vencido.

Pese a los esfuerzos nacionales concertados durante los últimos dos años y medio, las infecciones con dengue aumentaron en abril y mayo.

Solamente en mayo se registraron 1.955 casos, una fracción más que los 1.950 reportados durante el mismo periodo en 2010. Fue la primera vez este año que las infecciones superaron los niveles del año pasado.

El ministro de Salud Maithripala Sirisena llamó esta semana a la nación a considerar la prevención del dengue como una prioridad nacional. El gobierno declaró Semana Nacional de Control de Mosquitos a la que se extenderá entre el 20 y el 26 de este mes, mientras las autoridades sanitarias intensifican los esfuerzos preventivos.

Un examen en detalle sobre la propagación del virus muestra dónde tiene su zona de confort: las ciudades repletas de tráfico que se ubican a lo largo de la costa oeste. De los 7.333 casos reportados hasta la primera semana de este mes, alrededor de un tercio se produjeron en el distrito de Colombo. Y en la Provincia Occidental hubo 3.773 casos.
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Varios expertos sostienen que ahora el dengue es una enfermedad urbana. La Organización Mundial de la Salud también categorizó a Sri Lanka como un país propenso a epidemias cíclicas de dengue en sus áreas urbanas.

Pero la campaña contra el dengue se está convirtiendo en una guerra de desgaste, y las autoridades sanitarias han adoptado algunos métodos drásticos para combatirlo. Los dueños de residencias y otros locales que ignoren los semilleros de estos mosquitos serán multados con hasta 100 dólares.

A mediados de 2010, se encomendó a policías vestidos de civiles la tarea de vigilar y arrestar a quienes arrojaran basura en sitios no autorizados. Las fuerzas armadas y la policía ayudaron a limpiar áreas públicas que se sospechaba eran caldos de cultivo del mosquito transmisor del dengue. Las autoridades sanitarias también propagaron una bacteria para que matara a las larvas de Aedes aegytpi en sus lugares de reproducción.

En otro frente, el gobierno de Sri Lanka lanzó una campaña masiva de concientización utilizando a las escuelas como principales vehículos para diseminar conocimientos sobre cómo impedir que el dengue se expanda.

Se incluyó métodos preventivos en los programas escolares, los niños participaron en campañas de concientización y el Ministerio de Salud y su Unidad de Epidemiología realizan, desde mediados de 2010, semanas mensuales para crear conciencia sobre el dengue.

Pero es la llegada de las lluvias la que determinará si esta campaña tendrá éxito, dijeron funcionarios de la Unidad de Epidemiología.

"Las lluvias serán la mejor prueba", dijo Pabha Palihawadana, titular de la unidad.

A inicios de este año, la intervención humana pareció haberse vuelto dominante. La proporción de infecciones mostró las primeras señales de enlentecimiento desde 2009. En enero se registraron apenas 910 casos en todo el país, según datos del Ministerio de Salud.

En noviembre y diciembre de 2010 se reportaron apenas 645 y 779 infecciones respectivamente. Pareció que los mosquitos finalmente se batían en retirada.

Pero en entornos urbanos, los insectos transmisores del dengue tienen más lugares en los que esconderse y reproducirse, entre ellos hidrantes de refrigeradores, sistemas de aire acondicionado, jarrones, grietas de plantas y árboles, contenedores de basura abiertos, neumáticos, los desagües de las casas e incluso en el agua que queda en las hojas muertas.

Los mosquitos "se reproducen en estanques de agua limpia, tanto dentro como fuera de las casas. En un área urbana, hay muchos más lugares y cantidad de contenedores donde este mosquito en particular puede reproducirse, en comparación con áreas rurales menos pobladas del país", dijo a IPS Kumari Navaratne, experto en salud pública del Banco Mundial.

Cuando llegan las lluvias, aumenta la reproducción del mosquito, igual que la propagación de infecciones. En una investigación compilada en mayo de 2009, la Unidad de Epidemiología advirtió que las infecciones se dispararon entre mayo y julio, cuando el monzón del sudoccidente azota a la región occidental de la isla. Ese pronóstico ha demostrado ser mortalmente preciso.

En los últimos dos años, el mayor número de casos reportados en Colombo fueron durante este periodo. De hecho, la mayor cantidad de infecciones mensuales jamás registradas en un solo distrito desde 2004 fue en julio de 2010 en Colombo, con 1.530 infecciones.

Los expertos identifican como una de las principales causas de dengue en áreas urbanas la negligencia que permite que las zonas de reproducción sigan desatendidas. "Los estilos de vida urbanos han contribuido mucho a la propagación del virus", dijo Palihawadana.

Navaratne destacó que otro factor clave es la alta densidad de la población urbana. En Colombo, ésta es de unas 3.500 personas por kilómetro cuadrado, y cae a entre 60 y 100 personas en algunas áreas rurales.

"Donde hay más personas, la epidemia de dengue se propaga mucho más rápidamente", dijo el experto en salud.

El año pasado, cuando el gobierno se sumió a pleno en los esfuerzos de prevención y concientización, la participación pública era altísima. Pero a medida que bajaron las infecciones, ocurrió lo mismo con el entusiasmo público.

El Ministerio de Salud dijo la primera semana de junio que los límites de Colombo fueron los más afectados por la última propagación del dengue, pero la participación pública fue baja. Esta semana, esa cartera lanzó un nuevo programa preventivo que incluye semanas de concientización y más visitas de inspectores sanitarios.

Expertos como Palihawadana y Navaratne coinciden en que es casi imposible erradicar la enfermedad. A menos que haya una activa participación pública del tipo de la que Sri Lanka experimentó cuando los casos de dengue llegaron a proporciones casi epidémicas, controlar el avance será muy difícil.

Un área que ha sido un raro éxito en la batalla es la reducción de la cantidad de víctimas fatales. Navaratne dijo que esto se debió principalmente a un efectivo sistema de detección temprana y al tratamiento, especialmente en hospitales públicos.

Según médicos de la Unidad de Epidemiología, se puede lograr un éxito similar en la proporción de infecciones si los ciudadanos comunes se toman en serio la lucha. Hasta que esté claro ese cambio, todos están a favor de continuar con las estrictas medidas.

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