Las lesbianas sudafricanas sufren una persistente discriminación y son cada vez más víctimas de «violaciones correctivas» para tratar de «curar» su orientación sexual. La gravedad de la situación se manifiesta con más de 30 de ellas asesinadas desde 2006.
El Estado no combate la homofobia ni otros tipos de discriminación, que no son considerados delitos por el sistema legal.
La "violación correctiva" tomó estado público en abril de 2009, cuando Eudy Simelane, exestrella de fútbol femenino, quien vivió abiertamente como lesbiana, fue violada, brutalmente golpeada y asesinada de 25 cuchilladas en el rostro, el pecho y las piernas.
La organización defensora de los derechos de los homosexuales Triangle señaló que trabaja con 10 nuevos casos de "violación correctiva".
A fin de crear más consciencia sobre la situación, Funeka Soldaat fundó la organización FreeGender (género libre) en 2008.
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IPS: ¿Por qué decidió fundar FreeGender?
FUNEKA SOLDAAT: El primer asesinato de una mujer lesbiana ocurrió en 2001 en Khayelitsha, uno de los tres mayores asentamientos de Sudáfrica, y nadie le prestó atención.
La siguiente murió en 2006, otro delito motivado por el odio. Tratamos de movilizar a la gente, pero las mujeres estaban demasiado asustadas para participar en manifestaciones públicas. Traté de buscar otra forma para presionar al gobierno para que prestara atención a los delitos homofóbicos y así fue como creamos la organización.
IPS: ¿Qué se propone FreeGender?
FS: Nuestra estrategia es atender el problema de la homofobia en nuestras comunidades y, en especial, en la policía. Organizamos talleres y actos públicos, trabajamos con emisoras de radio y tratamos de crear consciencia. También queremos garantizar que la fuerza de seguridad maneje el asunto de forma correcta.
IPS: ¿Qué tipos de prejuicios encuentran?
FS: En África, se suele creer que las mujeres necesitan permiso de los hombres para tomar decisiones sobre su vida. Comienza con la forma de vestir y si no cumples con sus expectativas estás en problemas. Te llaman rebelde.
Necesitamos que las decisiones de las mujeres sean respetadas. Es básicamente una cuestión de género.
IPS: La Constitución de Sudáfrica garantiza los derechos de todas las personas. ¿Usted se siente protegida por el Estado y la policía?
FS: La policía debe ser un intermediario entre la Constitución y la población, pero tiene prejuicios y nos discrimina. Hay violencia verbal y, en algunos casos, hasta física. Cuando se enteran de que somos lesbianas se niegan a ayudarnos. La policía es la entrada al sistema judicial.
IPS: El último episodio de "violación correctiva" ocurrió en mayo y tuvo como víctima a una niña de 13 años. El Departamento de Justicia declaró que condenaba el acto. ¿Es suficiente con eso?
FS: Hace años que luchamos para que el gobierno diga públicamente que la homofobia está mal y lo hicieron hace muy poco. Tuvo que morir mucha gente.
Ahora que está condenada oficialmente, esperamos que digan qué van a hacer al respecto. Necesitamos un cambio de actitud porque la policía no nos puede proteger las 24 horas.
IPS: Usted apeló a la Comisión de Justicia Sudafricana para que reconozca a la "violación correctiva" como un delito por odio. ¿Por qué?
FS: El problema tiene dos dimensiones, una es la violencia de género y, la otra, el odio. Reclamos que la "violación correctiva" sea considerada un delito por odio para que las condenas sean más duras y, por lo menos, por dos cargos.
También queremos que el asunto se integre a los esfuerzos del gobierno para combatir otras formas de violencia de género. No queremos más que los delitos homofóbicos sean considerados un problema aparte. Es una violación de derechos humanos.
IPS: La Comisión accedió en marzo a crear un equipo de trabajo que se concentre en el asunto. ¿Hubo algunos avances?
FS: Todavía estamos en la etapa de formar el equipo. Ha sido un proceso lento.
IPS: Muy pocos casos de violencia homofóbica terminan en los tribunales. ¿Hubo algún condenado?
FS: Una joven lesbiana fue violada en 2001 por su primo en Ciudad del Cabo y él fue condenado a ocho años de cárcel. Pero fue el único caso.
Otros casos de mujeres lesbianas violadas y asesinadas estuvieron años en juicio sin sentencia. Entretanto, los imputados andan libre. Tenemos que asegurarnos que el culpable sea procesado para que la gente sepa que hay consecuencias.
IPS: ¿Cómo le afecta a usted la homofobia en la vida cotidiana?
FS: Ni siquiera puedes ir a una tienda sin que alguien te diga cosas. Me pone nerviosa ir a un lugar donde nadie me conoce. A veces hasta te tiran piedras y te golpean. Directamente, no salgo de noche. A las siete estoy en casa y no corro riesgos.