PALESTINA: Fronteras «abiertas» no mejoran economía

La economía del territorio palestino de Gaza sigue en serias dificultades pese a que Israel asegura que alivió el bloqueo y a que la revolución egipcia derrocó al presidente Hosni Mubarak, aliado del Estado judío.

La atención internacional volverá a concentrarse en el bloqueo contra Gaza cuando el barco Mavi Marmara trate una vez más de llegar al territorio costero a fines de junio.

La última vez que intentó hacerlo fue en mayo de 2010, cuando fue abordado por un comando israelí en una operación que dejó 10 activistas turcos muertos por tiros de bala a quemarropa.

Tras la revuelta popular en Egipto en febrero, el gobierno castrense interino prometió abrir el cruce de Rafah, en la península del Sinaí, que une a ese país con Gaza.

Se abrirá para "poner fin al sufrimiento palestino", declaró a fines de abril el canciller egipcio Nabil al-Arabi a la cadena de noticias Al Jazeera. Pero resta por ver si se hace efectivo. Además es poco probable que se habiliten exportaciones e importaciones, tan necesarias para la economía gazatí.
[related_articles]
El Acuerdo sobre Acceso y Movimiento suscrito por Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 2005, con respaldo de Egipto, la Unión Europea y Estados Unidos, estipula que por el cruce de Rafah sólo podrán circular peatones y vehículos. El tratado prevé la posterior inclusión de bienes, pero quedo trunco tras el conflicto entre los partidos palestinos rivales, Hamás (Movimiento de Resistencia Islámico) y Fatah.

"No cambió nada y, de hecho, la situación está peor que nunca", señaló Wadi el Masri, gerente general de Desarrollo Industrial Palestino Limitado.

"La economía de Gaza colapsó. Cayó 90 por ciento. Todos los países dependen de la libre circulación de bienes y personas y eso está congelado. La mayoría de las fábricas cerraron. No se puede exportar ni importar nada", dijo a IPS.

"Las pocas fábricas abiertas dependen del consumo local, pero hay mucha gente pobre", explicó El Masri.

Israel y Cisjordania solían ser los grandes consumidores y compradores de las exportaciones gazatíes. Muchos fabricantes trabajaban con israelíes, lo que impulsó la economía de Gaza y creó fuentes de trabajo.

"Al estar abiertos sólo tres de los seis cruces de Gaza, la mayoría de los 1,5 millones de palestinos están atrapados por bloqueo que condiciona el ingreso de materiales y prohíbe todas las exportaciones, salvo algunos productos que tienen permiso para ser enviados a Holanda", señaló Karl Schembri, de la organización humanitaria Oxfam.

"Gaza, Israel y Cisjordania forman parte de una unión aduanera con libre comercio y normas uniformes. Todo acuerdo que permita el cruce de mercancías a través de Rafah debe considerar la necesidad de mantener la unidad de la economía existente entre los territorios palestinos", dijo Schembri a IPS.

"Hay alimento en los estantes", indicó Yoni Eshpar, de la organización de derechos humanos israelí Gisha.

"El problema es que desde que Israel impuso el bloqueo, la economía quedó totalmente devastada. Los gazatíes carecen de poder de compra, no tienen trabajo y alrededor de 80 por ciento de la población depende de la asistencia", indicó Eshpar.

Israel también impide el ingreso de materiales de construcción a Gaza, fundamental para reconstruir la infraestructura durante la Operación Plomo Fundido, el ataque militar israelí contra el territorio costero de diciembre de 2008 a enero de 2009.

Entre julio y diciembre de 2010, sólo pudieron ingresar a Gaza 744 camiones con materiales de construcción, unos 149 al mes, para proyectos internacionales. Antes de junio de 2007, los gazatíes compraban más de 5.000 camiones de cemento, grava y acero, al mes.

Tras una acción legal emprendida por Gisha el año pasado, el Estado de Israel se vio obligado a divulgar documentos sobre el bloqueo, incluida una lista de artículos prohibidos.

Al principio, el ministro de Defensa israelí Ehud Barak se negó a entregar materiales porque, según él, mientras se mantenga la política en cuestión, "constituiría un daño a la seguridad nacional y a las relaciones exteriores de Israel".

Finalmente se supo que entre los productos prohibidos estaba el cemento y otros materiales necesarios para la construcción, pese a que no son de uso militar y no habían sido nunca incluidos en ninguna lista israelí ni internacional y son necesarios para reconstruir viviendas e infraestructura civil dañadas.

Los túneles entre Gaza y la egipcia península del Sinaí seguirán siendo una vía de entrada y salida de mercancías, desde cemento hasta artículos para el hogar. Pero es una forma de importación peligrosa, poco confiable y los productos son de mala calidad y muy caros después de que los contrabandistas incluyen su ganancia.

"Los productos mayoritariamente chinos que llegan a través de Rafah son de mala calidad. Los contrabandistas no pagan impuestos oficiales ni otros. No hay forma de competir con ellos", dijo El Masri a IPS.

"Si Egipto quisiera ser más generoso, podría volver a la situación de 2005 y 2006", indicó Sari Bashi, directora ejecutiva de Gisha.

"En aquellos años, todo palestino con documento de identidad certificado por Israel podía circular por Rafah. No sabemos qué están pensando los egipcios", añadió Bashi.

"En términos prácticos, el bloqueo seguirá hasta que todos los cruces se abran y se habilite el libre tránsito de personas y mercancías, de acuerdo con el Acuerdo de 2005", remarcó Schembri.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe