El gobierno de Cuba desmintió las versiones difundidas por medios de la disidencia interna de que el opositor Juan Wilfredo Soto habría muerto por una «golpiza» policial. El deceso fue por enfermedad, sostiene un comunicado oficial.
"Las pruebas patológicas practicadas al occiso arrojaron una muerte de tipo natural, estableciéndose como causa preliminar: shock multifactorial por fallo multiorgánico, debido a una pancreatitis. No se observaron signos de violencia internos o externos", afirma el comunicado divulgado en la noche del lunes 9 y publicado este martes 10 por la prensa estatal.
Soto murió en la mañana del domingo 8, y sus restos fueron sepultados en la tarde de ese mismo día en el cementerio de su natal ciudad de Santa Clara, a casi 300 kilómetros de La Habana.
En el sepelio, el disidente Guillermo Fariñas, galardonado en 2010 por el Parlamento Europeo con el premio Sajarov para la Libertad de Conciencia, responsabilizó de la muerte a las autoridades.
De acuerdo al relato que hizo circular por Internet la opositora Martha Beatriz Roque, varias decenas de disidentes acompañaron el cortejo por el centro de la ciudad, y en el cementerio gritaron consignas antigubernamentales. Al parecer, no fueron molestados por agentes policiales que se mantuvieron cerca durante el recorrido y la ceremonia fúnebre.
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En su comunicado, el gobierno cubano culpó a "elementos contrarrevolucionarios" de fabricar de "manera inescrupulosa" la "mentira de que este deceso fue consecuencia de una supuesta golpiza que le habían propinado agentes del orden interior, lo cual fue rápidamente amplificado", sobre todo por medios de comunicación de Europa y Estados Unidos.
La fuente oficial indicó que Soto ingresó el viernes 6 de mayo al Hospital Provincial Universitario "Arnaldo Milián Castro", de Santa Clara, con dolor abdominal intenso, provocado por una pancreatitis aguda.
"Posteriormente se diagnostica, además, una descompensación de otras enfermedades de base como la miocardiopatía dilatada, una hiperlipidemia (exceso de grasa en sangre), una diabetes y hepatitis crónica producto de hígado graso", añade el texto oficial.
Por otra parte, este "ciudadano" tenía "varios antecedentes delictivos", como hurto, lesiones graves y alteración del orden, indica el comunicado.
La declaración agregó que "en los últimos tiempos (Soto) se vinculó a elementos contrarrevolucionarios, que lo usaron para sus actividades provocadoras. La última de ellas tuvo lugar el 5 de mayo en un parque de Santa Clara, por alteración del orden, ocasión en que fue conducido a una unidad policial y liberado tres horas después sin incidencia alguna".
Las fuentes opositoras aseguraron que Soto, de 46 años, pertenecía a una organización disidente llamada Foro Antitotalitario Unido y que murió dos días después de haber sido golpeado por agentes policiales en un parque de Santa Clara. Era apodado "el estudiante" desde que fue detenido por primera vez a los 16 años.
"Cuando se ratifica el amplio apoyo popular a los resultados del VI Congreso del PCC (el gobernante Partido Comunista de Cuba) y el pueblo se empeña en la implementación de los Lineamientos aprobados, los enemigos externos e internos intentan desvirtuar la realidad cubana y socavar el prestigio internacional de la Revolución y su fortaleza moral", se quejó el gobierno cubano en su comunicado.
La nota oficial fue precedida por declaraciones del médico Rubén Aneiro, quien atendió a Soto en una sala de terapia intermedia del hospital de Santa Clara. El paciente llegó "descompensado por una pancreatitis aguda que desencadenó todo un proceso complejo" que no pudo superar, dijo.
Aneiro aseguró que Soto padecía, además de diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada, y que falleció pese a los esfuerzos de especialistas de varias disciplinas del principal centro de salud de esa ciudad.
En ese mismo centro fue atendido Fariñas durante su huelga de hambre de casi cuatro meses el año pasado.
Fariñas inició su prolongado ayuno el 24 de febrero de 2010, un día después de la muerte de Orlando Zapata, un recluso que soportó 85 días sin ingerir alimentos en demanda de que se lo reconociese como "prisionero de conciencia". Fariñas sostuvo buena parte de su protesta bajo cuidados intensivos de la institución sanitaria.
El disidente finalizó su huelga el 8 de julio, luego de anunciarse que serían liberados los 52 presos de un grupo de 75 opositores detenidos en 2003 y que aún permanecían tras las rejas. Las excarcelaciones comenzaron a partir del diálogo iniciado en mayo de 2010 por el cardenal católico Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro.
Al finalizar el año, las presiones internacionales por la situación de los derechos humanos en Cuba habían cedido en gran medida. En marzo abandonaron la prisión Félix Navarro y José Daniel Ferrer, los dos últimos de los 75 condenados en 2003 bajo cargos de conspirar con una potencia extranjera con fines subversivos.
En total fueron excarcelados más de 100 presos, y la mayoría viajaron a España con sus familiares por mediación del gobierno de ese país. Al referirse a esto en su informe al VI Congreso del PCC, celebrado entre el 16 y el 19 de abril, Castro dijo que la Iglesia Católica contribuyó con su labor humanitaria a que "esa acción terminara en armonía".
Castro añadió que su gobierno ha soportado pacientemente las campañas de "desprestigio" en materia de derechos humanos, pero no negará al pueblo el derecho a defender su revolución. Opositores interpretaron sus palabras como una advertencia de que podrían ser enfrentados en las calles por civiles progubernamentales.