La Universidad de Los Andes en Venezuela pidió acciones urgentes para salvar los restos del bosque de Caparo, en las llanuras del extremo sudoccidental y con aguas tributarias del Orinoco, objeto de una desmedida explotación maderera desde fines del siglo XX. "De la superficie boscosa original apenas queda un 10 por ciento, 7.000 hectáreas, más lotes dispersos en más de 1.000 fincas establecidas”, dijo a Tierramérica el profesor Wilfredo Franco, quien lidera el grupo universitario que gestiona la protección de Caparo.
“Todavía el bosque es objeto de invasiones por parceleros para hacerse ilegalmente con pastizales y cultivos de plátanos, yuca (mandioca) y frutales", agregó. Entre las medidas para salvar los restos del bosque, la universidad pide actualizar el catastro, incorporar la zona a la Misión Árbol de reforestación, que conduce el gobierno central, mejorar el convenio entre autoridades y la casa de estudios, construir infraestructura de protección, y desarrollar una campaña educativa en la zona.
