Dejar la paja de caña de azúcar cosechada en el suelo reduce la emisión de carbono, comprobaron investigadores de la brasileña Universidad Estadual Paulista tras comparar dos tipos de recolección, mecanizada y manual con incendio previo de los cañaverales. “Hicimos un experimento dividiendo una siembra en tres áreas. Luego de la cosecha mecanizada, una parte quedó cubierta con 50 por ciento de la paja, otra con 100 por ciento y otra sin paja", explicó a Tierramérica el coordinador del proyecto, Newton la Scala Júnior.
"Los resultados revelaron que las áreas cubiertas de paja emitieron 400 kilogramos menos de carbono, que equivalen a 1.500 kilos de gas carbónico”, agregó.
Actualmente se estudian otros usos de la paja de caña, como generar energía y producir etanol, pero la mejor alternativa, según el investigador, es dejarla en la tierra.