Organizaciones no gubernamentales impulsan a ciudadanos de las naciones más empobrecidas para que salgan a las calles a protestar contra el Programa de Acción de Estambul, acordado este jueves en la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados.
Crédito: Organización de las Naciones Unidas El plan "parece haber dejado a las personas que viven en los países menos adelantados en peor posición que antes", dijo Arjun Karki, portavoz del foro de la sociedad civil realizado durante la conferencia, que finalizará el viernes en Estambul.
"Estamos consternados y desilusionados", agregó.
Más de 800 millones de personas viven en los 48 países clasificados como menos adelantados. La mayoría son de África subsahariana.
El Programa de Acción para la década 2011-2020 declara que la responsabilidad primaria por el desarrollo radica en los propios países más pobres. A estos se les pide que incorporen ese plan a sus estrategias nacionales de desarrollo, además de identificar a las autoridades internas responsables de vigilar la implementación y el compromiso de los parlamentarios y el sector privado.
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Sus socios para el desarrollo se han comprometido con una renovada y fortalecida asociación mundial.
"Esta asociación también incluye al sistema de la Organización de las Naciones Unidas, con las instituciones de Bretton Woods, otras instituciones multilaterales y bancos regionales de desarrollo, dentro de sus respectivos mandatos", reza la declaración.
La sociedad civil sostiene que el Programa de Estambul no cumple con el mandato acordado previo a la conferencia de formular y adoptar renovados términos para la relación entre los países menos adelantados y sus socios para el desarrollo, así como movilizar más apoyo internacional y acciones que respalden a esas naciones.
"Es difícil hallar (en el documento) compromisos reales y objetivos cuantificables que ayuden (a mejorar) las vidas de las personas en los países menos adelantados", dijo Karki en una conferencia de prensa.
"El Programa carece de compromisos específicos para la acción, así como de todo mecanismo para hacer responsables a los gobiernos. Carece de voluntad política", señaló.
"Los socios para el desarrollo han evitado comprometerse con el cumplimiento de promesas de larga data de brindar apoyo a los países menos adelantados y de eliminar los obstáculos para el desarrollo", dijo.
"Nuestra visión, esperanzas y expectativas para la conferencia eran muy altas, pero los resultados que han producido los gobiernos las han vuelto una farsa", agregó.
La conferencia tampoco logró avances en cuanto a movilizar finanzas para la adaptación al cambio climático, según Lidy Nacpil, coordinadora internacional de Jubileo Sur Movimiento de Asia-Pacífico sobre Deuda y Desarrollo. "No se mencionan compromisos de naciones industrializadas para asumir recortes de emisiones en el Programa de Acción de Estambul", dijo Nacpil.
Tampoco hay nuevos compromisos para mejorar la cantidad de asistencia oficial al desarrollo de parte de los países ricos a los más pobres del Sur, señaló Thida Khus, directora ejecutiva de Silaka, una organización no gubernamental camboyana que promueve la igualdad de género.
Khus considera que la conferencia fue un fracaso, y que de esto "debería culparse principalmente al mundo industrializado por no comprometerse a aportar finanzas adicionales a los países menos adelantados".
"Los gobiernos de los países menos adelantados también deberían ser culpados por no ejercer presión en favor de sus poblaciones", añadió.
A Khus también le preocupa que el Programa de Acción de Estambul sea aún peor que el Plan de Acción de Bruselas en materia de participación de la sociedad civil, dado que no le da suficiente espacio para contribuir con las iniciativas de desarrollo.
"Representamos a la población, pero el rol de la sociedad civil en el ámbito internacional no está incluido en el plan", dijo Khus.
Al inicio de la conferencia, la sociedad civil había expresado la necesidad de un cambio de paradigma que incluyera la cancelación inmediata e incondicional de las deudas de los países menos adelantados y una revisión del mandato y las operaciones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
También quería políticas de reforma agrícola que favorecieran a los pequeños productores, así como medidas para regular las semillas genéticamente modificadas, las confiscaciones de tierras y la producción de biocombustibles a gran escala, así como la especulación que afecta el precio de los alimentos básicos.
"Es muy decepcionante que no tomaran en consideración nuestras demandas, que son las demandas de la gente. En el Programa de Acción de Estambul, la elite del Norte diluyó su rol hacia una conciencia internacional igualitaria y colectiva", dijo Ihsan Karaman, presidente de la entidad que organizó el foro de la sociedad civil, Doctors Worldwide.