El gobierno mexicano debe prohibir la comercialización del insecticida endosulfán, reclama una red de organizaciones ambientalistas. “Es sumamente tóxico para los seres humanos y para la mayoría de los animales. Además, es un material persistente en el ambiente”, dijo a Tierramérica el activista Fernando Bejarano, coordinador de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México, una de las peticionarias.
El futuro de este veneno se definirá en la quinta Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, que se llevará a cabo del 25 al 29 de abril en Ginebra.
Entre 2002 y 2010, México importó 4.000 toneladas de endosulfán de Alemania, India e Israel. Más de 70 países ya lo prohibieron o están en vías de eliminarlo.