Buenos Aires encargará a 13 cooperativas la recolección y reciclado de todos los residuos secos de la capital argentina a partir de 2012. El nuevo sistema exigirá la separación domiciliaria de residuos secos –materiales reutilizables como vidrio, tela, metal, plástico y cartón—y de materia orgánica, como los restos de comida.
“Lo importante es que el gobierno apoye esta decisión con presupuesto porque a las empresas de residuos húmedos les pagan millones y a nosotros nos marginan, como si no fuésemos una empresa social”, dijo a Tierramérica la recolectora Cristina Lescano.
Lescano pertenece a la cooperativa El Ceibo, que recoge basura en unos 8.000 puntos de la ciudad mediante acuerdo con los vecinos.
El contrato de recolección de residuos es el más oneroso del presupuesto de la ciudad: unos 500 millones de dólares, de los cuales 95 por ciento se destinará a empresas de basura orgánica y el resto a las cooperativas.
