Investigadores y autoridades de Venezuela constituyeron un grupo de trabajo para desarrollar iniciativas en defensa de las 166 especies de murciélagos del país, cuyas poblaciones son afectadas por la degradación de sus hábitats. «Los bosques son su hábitat y fuente de alimento, pues en su mayoría son frutívoros o insectívoros, las cuevas actúan como refugio de poblaciones enteras, pues son muy gregarios, y el abuso de insecticidas en la agricultura destruye sus fuentes de alimentación y afecta la de los humanos», dijo a Tierramérica el biólogo Jafet Nassar, del estatal Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.
Los investigadores venezolanos se han integrado a la Red Latinoamericana para Conservación de los Murciélagos, que declaró 2011 como año internacional para la protección de los quirópteros.