El municipio de Tegucigalpa está instalando huertos comunales orgánicos para mejorar la seguridad alimentaria en barrios marginales, ante pronósticos de escasez de alimentos por los efectos locales del cambio climático y la deforestación. La iniciativa abarca en principio a unas 10.000 personas en 20 barrios pobres de la ciudad, y se concentra en la siembra de verduras y de soja, como un alimento nutritivo y de bajo costo, dijo a Tierramérica su impulsora, la regidora municipal Doris Gutiérrez.
“Estamos usando metodologías prácticas y sencillas, como el uso del abono orgánico, reciclaje de basura y cultivos en neumáticos usados u otros implementos al alcance de las comunidades”, explicó.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) apoya este tipo de cultivos. Se prevé que en 30 años, Honduras podría soportar graves problemas alimentarios.