Brasil ocupa desde 2008 la primera posición entre los mayores mercados consumidores de agrotóxicos. Este liderazgo es preocupante porque 88 por ciento de los defensivos agrícolas pueden dañar el ambiente, según un informe del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), divulgado el lunes 24. La salud humana es otra víctima.
El estudio se basó en datos del comercio de esos productos en 2009, informados por las empresas. Clasificados en grados de ecotoxicidad de uno a cuatro, siendo el cuarto nivel el menos agresivo, los resultados indicaron que uno por ciento quedó en la categoría 1, mientras que 38 por ciento fue a la categoría dos y 49 por ciento en la tres.
“Los agrotóxicos pueden contaminar el ambiente, generar desequilibrios y contribuir a la pérdida de biodiversidad”, señaló a Tierramérica el coordinador general de Evaluación y Control de Substancias Químicas del Ibama, Márcio Freitas.