ESPAÑA: Futuro incierto para jubilados

El gobierno, los principales sindicatos y las asociaciones empresariales de España llegaron este viernes, como paso previo a un pacto global, a un acuerdo sobre pensiones que a juicio de expertos enturbia el futuro de quienes se acojan a este sistema de retiro, a la vez que persiste una gran inequidad.

En primer lugar se hace notar el contraste entre el valor de las pensiones (jubilaciones) de quienes cumplieron altos cargos, sean empresariales o políticos, y lo que cobran la mínima, que es de 587 euros (805 dólares) mensuales para quienes hayan pagado su cuota y de 400 euros (548 dólares) para quienes accedan a la pensión no contributiva.

Estos días se hizo público que Francisco González, presidente del BBVA, uno de los grandes bancos españoles con fuerte presencia en América, se retirará al haber cumplido 65 años por lo cual recibirá 79.900 euros (79.900 dólares) anuales y 454.400 acciones de la entidad.

En el campo político se destacan los casos del socialista Felipe González (1982-1996) y del centroderechista José María Aznar (1996-2004), quienes cobran una pensión anual como ex presidentes de gobierno de 79.336 euros (109.000 dólares) cada uno, sin que eso les impida recibir otras sumas por dar conferencias u otras actividades.

Las medidas que adoptará el gobierno a partir del acuerdo alcanzado con los sindicatos y las organizaciones empresariales tendrán un plazo transitorio de 10 a 15 años para establecerlas.

Pero además ya se estipularon otras de próxima ejecución. Así, en 2013 será necesario haber superado los 65 años y un mes de vida para poder retirarse. Y podrán hacerlo solo con 65 años (o sea sin agregar un mes) quienes hayan cumplido 35 años y seis meses de trabajo y habiendo cotizado todo ese tiempo.

También habrá jubilación anticipada, que podrá pedir el trabajador, aunque en caso de despido o si desaparece la empresa podrá jubilarse a los 61 años de edad.

Un aspecto positivo es que las madres computarán las cotizaciones del tiempo que hayan dejado de trabajar para cuidar a sus hijos, con un límite de dos años. Y los jóvenes que estudien para su incorporación al mercado laboral (becas y cursos de posgrado) podrán contabilizar hasta dos años para su jubilación.

José Díaz Gómez, un joven estudiante de economía señaló a IPS unas contradicciones duras en el planteo oficial, que fue aceptado en principio por las centrales sindicales. Por ejemplo, que quienes estudian difícilmente se reciban antes de los 25 años, por lo cual no pueden incorporarse al mercado de trabajo hasta esa edad.

Si esta situación se cumple y después de los 50 años de edad la tendencia es no contratar a nadie y despedir a quienes estén trabajando, Díaz Gómez se pregunta: "¿qué habrá que hacer para sumar 35 años de trabajo y cotización?". Algo difícil, por cierto.

El acuerdo fue concertado en una cena mantenida en la noche del jueves entre el presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, los secretarios generales de las dos centrales sindicales mayoritarias, la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Central de Comisiones Obreras (CCOO) y los presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME).

Es más, CCOO y UGT pidieron este viernes a los partidos políticos, sobre todo a la principal fuerza de oposición, el centroderechista Partido Popular, que se sumen al acuerdo.

En este país, con cuatro millones de desocupados, será muy difícil hacer cumplir el aumento del período trabajado para poder jubilarse sin que baje lo previsto a recibir mensualmente.

Esta dificultad se hizo patente el miércoles, en el primer debate parlamentario del año sobre el estado de la Nación.

Por un lado, el líder del PP, Mariano Rajoy, dijo que la situación de los jóvenes es preocupante porque "43,6 por ciento de ellos no pueden trabajar por la incompetencia de un gobierno que no está a la altura de las circunstancias". Increpó a Zapatero diciéndole: "¡haga usted algo!".

Zapatero contestó recordándole a Rajoy que durante el gobierno del PP la desocupación juvenil llegó a 30 por ciento de los activos de esa franja etaria y que en la actualidad se ha reducido a 25 por ciento. Admitió que "no resultará fácil reducir el paro (desocupación)". Además recordó que en toda crisis económica la desocupación se dispara.

Los sindicatos mayoritarios consideran que han dado pasos adelante en su encuentro con Zapatero, pues el gobierno planteaba elevar la edad de jubilación de los 65 actuales a los 67 para todos los trabajadores y exigirles 41 años de cotizaciones para recibir una pensión completa.

Así, destacaron que lograron que el gobierno admitiera que el incremento de dos años no se aplique a todos los trabajadores y que los que cumplan 65 años de edad podrán jubilarse como en la actualidad, con el 100 por ciento de la pensión. Eso sí, tendrán que haber cotizado 38 años y medio, tres y medio más que en la actualidad, cuando basta con 35 años de cotización.

El debate parlamentario seguirá la próxima semana y, si bien se prevén críticas de la oposición, lo más probable es que no se opongan al proyecto.

Podrán presentarse reformas pero no oponerse, ya que está basado en un acuerdo con los sindicatos. Apenas terminada la cena, en la madrugada de este viernes, Zapatero telefoneó a Rajoy para informarle del compromiso con los agentes sociales y pedirle que lo apoye.

El líder del PP no se pronunció sobre ese compromiso, pero sí planteó en el Parlamento que se eliminen las pagas compensatorias de pensiones a los diputados y cualquier otro privilegio que gocen en la actualidad.

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