A pesar de la crisis económico-financiera global que golpea con especial fuerza a Europa, la ayuda pública al desarrollo destinada por Portugal a sus ex colonias no va a disminuir en 2011. Aunque tampoco «se registrará ningún aumento, como sería deseable».
La garantía del mantenimiento de la cooperación externa fue dada, en entrevista con IPS, por el catedrático universitario Augusto Manuel Nogueira Gomes Correia, presidente del Instituto Portugués de Apoyo al Desarrollo (IPAD), responsable de 15 por ciento del total de la ayuda lusa al Sur.
IPS: En tiempos de crisis, que ha afectado particularmente a Portugal, ¿la cooperación sufre menos que otros sectores?
MANUEL CORREIA: La crisis afecta de manera distinta a los diferentes donantes. Se verifica que son cada vez más exigentes en la perspectiva de que en esta fase debemos explicar muy bien a los contribuyentes cómo gastamos el dinero.
La Ayuda Pública al Desarrollo (APD) portuguesa bajó de 0,27 en 2009 a 0,23 por ciento en 2010.
Sería fácil especular que la crisis financiera es responsable, pero en una cifra de 525 millones de dólares, en lo que se refiere al IPAD, no se ha verificado ninguna disminución, aunque infelizmente no se vislumbra un aumento, como sería deseable.
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IPS: Entonces, las perspectivas para 2011 no parecen sombrías
MC: La crisis financiera ha tenido poco impacto en los valores que Portugal destina a la cooperación. Para 2011, e independientemente de las restricciones del presupuesto, los fondos destinados al IPAD son los mismos que en 2010.
En el caso del IPAD, muchos fondos son contribuciones obligatorias, como el Fondo Europeo para el Desarrollo, cuotas del Banco Mundial, el Banco Africano para el Desarrollo, el Banco Asiático para el Desarrollo, entre otras.
La cooperación técnico-militar, que en algunos países asume una importancia considerable, como en Timor Oriental, es poco creíble que sea afectada. El IPAD está en una posición de poder postular a programas de cooperación delegada para formular y gestionar programas de cooperación con fondos que la UE (Unión Europea) destina a diferentes países.
IPS: ¿Podría especificar el tipo de asistencia y cooperación? Porque en muchos casos la ayuda es condicionada a contratos en favor del país donante
MC: Hay que tener en cuenta que todo lo que hacemos está de acuerdo con los planes nacionales de lucha contra la pobreza. Es verdad que nos piden más de lo que nosotros podemos dar, pero las opciones de intervención son siempre de acuerdo con la estrategia de desarrollo de cada uno de los países.
(Están) los países emergentes, principalmente China, que no quieren condicionantes.
IPS: ¿En qué sectores se concentra la cooperación portuguesa?
MC: Donde más apostamos es en la educación. Si juntamos la formación en los niveles y en los ministerios más diversos, tendremos el objetivo fundamental de nuestra intervención. En este marco, la formación de profesores en los diferentes países es hoy uno de los elementos fundamentales.
La intervención va desde la educación técnico-profesional hasta la universitaria.
En salud invertimos fundamentalmente en la formación a todo tipo de niveles.
En Angola, en colaboración con la Fundación Calouste Gulbenkian, creamos un centro de investigación de enfermedades endémicas. Portugal ha participado en el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, llegando en 2010 a 2,5 millones de dólares.
En agricultura, intervenimos en Timor, donde tenemos uno de los proyectos más representativos de la cooperación portuguesa en ese país, y en Angola y Guinea-Bissau participamos con pequeños proyectos.
IPS: ¿Cómo se distribuye esa ayuda?
MC: Mozambique, Cabo Verde y Timor Oriental aparecen en primer lugar. Les siguen muy de cerca Guinea-Bissau y Santo Tomé y Príncipe. El caso de Angola es único, ya que estamos en una fase en la cual los proyectos empiezan a ser financiados a medias.
IPS: El tema de la corrupción, ¿es considerado al destinar fondos de ayuda al desarrollo?
MC: Generalmente, los fondos se gastan a través de la cooperación técnica en el área de formación y, en el caso de proyectos más grandes, a través de una célula coordinadora que controla de la mejor manera posible cómo se gasta el dinero.
Aunque la CAD/OCDE (Comité de Ayuda al Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) aconseje a Portugal poner dinero efectivo a disposición de los diferentes países con los cuales coopera, en el último examen de la CAD, en noviembre, aceptaron de buen grado nuestra respuesta de que los diferentes niveles de desarrollo todavía no permiten generalizar este comportamiento.
Por eso el nivel de corrupción es diminuto y muchas veces nulo.
IPS: Considerado la enorme potencia económica de Brasil, el mayor país de lengua portuguesa del mundo, ¿se han contemplado proyectos conjuntos de ayuda a los luso-africanos y a Timor?
MC: Continuamos en una fase de hablar mucho y hacer poco. Han existido algunos intentos de ambas partes, pero excepto en el caso del idioma, donde profesores brasileños ayudan en el Magíster de Lengua Portuguesa, lo que se hace en general es muy poco.
No es el momento para reflexionar sobre este punto, pero un día tendremos que entender por qué portugueses y brasileños hablamos tanto y hacemos tan poco juntos.