La intención del gobierno de Taiwán de despenalizar parte del comercio sexual generó una profunda división social entre quienes están a favor de legalizar la actividad y quienes temen que la iniciativa favorezca la trata de personas y la prostitución infantil.
Tras años de debate, el Tribunal Constitucional declaró el 6 de este mes la inconstitucionalidad de un artículo de la Ley de Mantenimiento del Orden Social que castiga al vendedor de favores sexuales, pero no al comprador.
Al considerar que la norma viola el principio de que "todos los ciudadanos son iguales ante la ley", el Tribunal solicitó que fuera eliminada o que se reformara antes del 6 de noviembre de 2011.
El gobierno del Partido Nacionalista, Kuomintang (KMT), está obligado a, por el menos resolver el espinoso asunto de la despenalización del comercio sexual.
En Taiwán hay más de 80.000 trabajadoras sexuales y cientos de miles de empleos vinculados al sector, según activistas.
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El ministro del Interior, Jiang Yi-huah, anunció el 13 de octubre que organismos del Estado y especialistas coincidieron en dos audiencias públicas y en dos seminarios a puertas cerradas en "eliminar el castigo" para las transacciones sexuales consensuadas entre adultos, y en que "no sería apropiado comercializar o convertir la actividad en una industria".
Casi todo el mundo estuvo en contra de restringir el comercio sexual a "zonas exclusivas", pero prefirieron que los gobiernos locales lo regulen en áreas que "no afecten el desarrollo infantil y de menores de edad", señaló Jiang.
Es posible que se permita a las trabajadoras sexuales operar "en cooperativas de entre tres y cinco personas", señaló. La mayoría piensa que crear "corporaciones" o "empresas" de sexo sería "inapropiado", añadió.
El Ministerio realizará un estudio sobre sus propuestas y organizará otro seminario entre organismos del Estado y especialistas para negociar un paquete normativo que será presentado a la comisión asesora del gobierno en materia de derechos humanos a fines de este año, indicó Jiang.
El gobierno prevé mandar al parlamento las enmiendas a ley a principios de 2011.
El KMT tiene dos tercios de la asamblea nacional, pero es segura la aprobación de la reforma debido a las profundas divisiones entre legisladores y organizaciones que defienden los derechos de las mujeres.
La Alianza contra la Explotación de las Mujeres, integrada por 14 organizaciones defensoras de los derechos de niños, niñas y mujeres, condenó los planes del Ministerio del Interior en una declaración divulgada el 22 de octubre.
La Alianza señaló que la propuesta inicial del Ministerio del Interior no atendió el pedido del Tribunal Constitucional de que las agencias del gobierno "usen la formación profesional, orientación sobre posibilidades de empleo y otras medidas educativas para mejorar las capacidades y la situación económica de las trabajadoras sexuales para que no tenga que recurrir a esa actividad para sobrevivir".
Sin un consenso claro, "el gobierno no debe apurarse a definir una política para fines de este año", señaló una portavoz de la Alianza.
Con la despenalización será más difícil impedir la prostitución de menores y la trata de personas, dijo Ingrid Liao Pi-jing, representante para Asia Pacífico de ECPAT Internacional (sigla en inglés de End Child Prostitution Child Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes) a IPS.
ECPAT Internacional es una organización dedicada a luchar contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes.
"¿Cómo harán las autoridades para determinar si una transacción es realmente consensual o si la trabajadora sexual es menor de edad?", preguntó.
El primer ministro, Wu Den-yih aseguró el 2 de este mes que el gobierno no pretende "desarrollar el comercio sexual como una actividad normal".
Sería mejor "un mundo sin prostitución", señaló, pero "el gobierno debe hacer frente a la realidad de forma pragmática", añadió.
Las personas que se oponen a la despenalización consideran que la propuesta del gobierno es demasiado radical y las que defienden los derechos de las trabajadores sexuales, demasiado acomodaticia.
La sociedad taiwanesa debe tratar de regular el comercio sexual en vez de reprimirlo, señaló Chung Chun-chu, secretaria general del Colectivo de Trabajadores Sexuales y Partidarios.
"Esperamos que las transacciones sexuales se despenalicen del todo y que la actividad se convierta en una ocupación normal, pero en la primera etapa hay que concentrarse en cómo devolver el poder a las trabajadores sexuales", sostuvo Chung.
Las prostitutas no pueden buscar clientes porque es ilegal. "La mayoría no tiene más remedio que depender de terceras personas para ello y para que las proteja de la policía", explicó.
"Sólo 10 por ciento de las prostitutas trabajan solas, ya sean cortesanas de clase alta o trabajen en la calle", añadió Chung.
Si pudieran formar pequeñas cooperativas, serían capaces de protegerse de "malos" clientes y de "revertir la relación de poder y contratar sus propios encargados, conductores y guardias de seguridad"
"Las modificaciones a la Ley de Mantenimiento del Orden Social sólo se afectarán a las transacciones sexuales consensuadas", dijo a IPS la presidenta de Awakening Foundation, Yang Wan-ying.
"Siguen estando prohibidas las relaciones no consensuadas, con menores y la prostitución infantil así como la trata de personas, que deben castigarse con firmeza", indicó Yang.
Los partidarios de la despenalización y los opositores coinciden en que es necesario un consenso mayor.
"El Ministerio del Interior básicamente fijó solo su política", indicó Chung. "Mucha gente tiene preocupaciones concretas y dos audiencias públicas y dos seminarios a puertas cerradas no son suficiente diálogo social", añadió.
"Es necesario que haya una discusión pública abierta sobre el asunto y sus alternativas", señaló el legislador del opositor Partido Democrático Progresista, Yeh Yi-chin, quien en principio está a favor de despenalizar la prostitución.