Organizaciones ecológicas, comunitarias y estatales afinan un plan de rescate del Lago de Yojoa, el único de Honduras y a punto de convertirse en pantano. El Congreso legislativo analiza una propuesta de esos sectores para iniciar en un mes las medidas de rescate y mitigación.
La cuenca del lago ocupa 416 kilómetros cuadrados, compartidos entre los departamentos de Comayagua, en el centro, y Cortés y Santa Bárbara, en el noroccidente.
Esta reserva natural agoniza por la tala de árboles y la contaminación, además de la invasión del lirio acuático.
“Este lirio a la vista es hermoso, pero sus raíces absorben el agua y eso achica sus niveles, además hay contaminantes, como metales tóxicos, depósito de heces y proliferación de negocios sin las medidas adecuadas de mitigación”, dijo a Tierramérica el ministro de Recursos Naturales y Ambiente, Rigoberto Cuéllar.