La votación de un proyecto de ley sobre el manejo de la basura electrónica que lleva tres años a estudio del Senado enfrentó nuevas objeciones y no podrá ser aprobado hasta 2011. La iniciativa, que promueve la responsabilidad de los fabricantes en la gestión de los residuos, fue empujada por Greenpeace y tiene respaldo de técnicos, empresarios y recicladores. Sin embargo, cuando se esperaba su aprobación en comisiones, surgieron nuevas objeciones.
“Igual que en los años anteriores, en este tampoco tendremos novedades”, dijo a Tierramérica la activista María Eugenia Testa, de Greenpeace. “Lo que nos dejó estupefactos es que esta vez había consenso y sorpresivamente se trabó”, declaró.
Se estima que en Argentina se genera 2,5 kilogramos anuales de basura electrónica por habitante. La mitad está en depósitos, 40 por ciento en basurales y sólo 10 por ciento se recicla.