Comunidades de la región noroccidental de Honduras y grupos católicos cuestionaron la decisión del Congreso legislativo de otorgar 40 contratos de energía renovable a empresas vinculadas con la contaminación. En un comunicado difundido el día 6, la Diócesis de Copán, en el occidente, y el grupo de Sacerdotes Jesuitas, en el norte, así como organizaciones comunales y de mujeres indicaron que la adjudicación se hizo a espaldas de las comunidades.
Karla Rivas, de la campaña ecologista “Pa’ luego es tarde”, que promueven los jesuitas, dijo a Tierramérica que “esas concesiones de ríos y cuencas que hicieron fue para beneficiar a grupos económicos que han manejado la energía térmica, responsables de la mayor depredación de nuestros recursos naturales”.
La Cámara Legislativa aprobó la semana anterior 40 contratos para el desarrollo de hidroelectricidad.