Un producto en polvo, desarrollado por el ingeniero químico Marcos Gugliotti, es la nueva forma de combatir enfermedades como el dengue y la malaria, matando a los mosquitos vectores. El polvo es echado en el agua supuestamente infestada de mosquitos, y forma una película que reduce la tensión superficial que impide que las alas y patas de los insectos queden mojadas y por ende que sus huevos y larvas se sumerjan. Sin esa tensión, los insectos mueren ahogados.
El investigador no reveló la fórmula, pero dijo a Tierramérica que, “a diferencia de los tradicionales, este producto no es un veneno y representa un bajo impacto ambiental. Hay otras técnicas no tóxicas, como el uso de la borra del café, pero solo son viables en uso doméstico”.
La película tensoactiva es también eficiente para controlar algas que se reproducen exageradamente y quitan oxígeno al agua o liberan toxinas, matando a los peces.