Un sistema para controlar las plagas sin dañar el ambiente ni extinguir las especies atacadas es desarrollado por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología, una asociación de universidades brasileñas. Se trata de buscar técnicas con productos naturales y derivados o semi sintéticos para que el insecto indeseado migre o interrumpa su reproducción en el lugar, pero no se extinga.
Los estudios iniciales se centran en la hormiga cortadora (Acromyrmex spp.), el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y el pulgón del pino (Cinara pinivora y Cinara atlantica).
“La eliminación total de una especie de determinada área puede causar pérdidas ambientales de gran proporción”, explicó a Tierramérica la coordinadora del Instituto, Maria das Graças Fernandes da Silva.
Además, “lo que es plaga para una planta puede ser un insecto polinizador para otra”, agregó.
Estas técnicas sustituyen las sustancias químicas nocivas, que se acumulan en los vegetales y pueden dañar la salud de los consumidores.