ZIMBABWE: Agua contaminada es una bomba de tiempo

Nadie olvida el brote de cólera que azoló Zimbabwe entre 2008 y 2009, salvo, al parecer, los responsables de mantener la red de agua y de saneamiento, quienes descuidan la infraestructura.

Para cuando se pudo controlar la epidemia ya habían muerto 4.000 personas.

Puede haber otro brote de cólera, alertó Steady Kangata, portavoz de la Agencia de Gestión Ambiental (AGA). "La mayoría de las estaciones de bombeo y los filtros biológicos no funcionan. El agua del alcantarillado sin tratar contamina las fuentes naturales. Es una bomba de tiempo sanitaria", añadió.

En abril hubo un brote de tifoidea en Mabvuku, un barrio densamente poblado de la capital. De las 300 personas que contrajeron la enfermedad, ocho murieron.

Cólera y tifoidea son dos de los peligros que amenazan con propagarse debido a la contaminación del agua y de los alimentos con los que entre en contacto.
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Las autoridades solían tratar las aguas servidas separando el líquido del sólido, tratando el primero y elaborando abono a partir del segundo antes de verterlo al ambiente.

Pero ahora vierten todo sin limpiar, indicó Kangata, lo que obligó a la AGA a iniciar acciones legales por contaminación contra las alcaldías de Harare, Mutare, Marondera, Chinhoyi, entre otras.

"Es patético", se lamentó Kangata. "Gestionan el tratamiento del agua como si fuera un asunto secundario, que viene después de otros, como el pago de sus altos salarios", añadió.

Los funcionarios llenan sus bolsillos con el dinero para tratar el agua, indicó Simbarashe Moyo, presidente de la Asociación de Residentes de Harare.

"La población hace su parte, paga un servicio, que ya es caro, cuanto más si se considera que viven largos periodos sin agua", dijo Moyo a IPS.

"¿Qué recibimos a cambio?", preguntó. "Desperdicios y aguas servidas en nuestros ríos, que luego circula por nuestros grifos y no nos atrevemos a beber por miedo a enfermarnos", añadió.

El ministro de Finanzas, Tendai Biti, sugirió que se reserve un porcentaje del dinero recaudado y se reinvierta directamente en el sector.

El alcalde de Harare, Muchadeyi Masunda, aprobó la sugerencia de Biti, pero dijo no ser responsable de la situación actual y aseguró que hace todo lo posible por recuperar la infraestructura destartalada.

"Las dos plantas de tratamiento de aguas servidas de la ciudad funcionan mal desde dos a tres años antes de que asumiéramos el gobierno en 2008", añadió.

"Otro problema es que la población creció por encima de la capacidad de la infraestructura", apuntó.

Es un deber de todos frenar la contaminación de las fuentes de agua, indicó Masunda.

Tratar las aguas servidas requiere de una cantidad inusual de químicos, que asciende a unos dos millones de dólares al mes. A la contaminación industrial se añaden los malos hábitos de la población como tirar desperdicios en la red de alcantarillado.

La alcaldía no se enriquece a expensas del servicio, aseguró Masunda.

La ley prevé destinar 70 por ciento de la recaudación a mejorar el servicio y 30 por ciento a gastos administrativos.

El gobierno llamó la atención del alcalde porque se opuso a la propuesta de fijar un límite a los salarios de los funcionarios, algunos de los cuales alcanzan los 15.000 dólares al mes.

El ministro de Desarrollo de Agua, Samuel Sipepa Nkomo, sostuvo que la mala situación del sector data de hace unos 10 años, cuando la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) estaba en el gobierno y no realizó trabajos de mantenimiento.

En los últimos ocho meses, la secretaría urgió a las municipalidades a que crearan cuentas separadas para poder reinvertir el dinero en el sector, indicó Nkomo. Algunas respondieron, pero es demasiado pronto para evaluar el éxito de la medida.

"Se necesitan unos 10.000 millones de dólares para atender los problemas del país vinculados al agua", apuntó.

"Sólo Harare necesita unos 254 millones de dólares, Bulawayo, unos 100 millones y el resto de los pueblos y las ciudades necesitan más millones cada uno para restablecer el servicio", apuntó.

"Sin embargo, en el actual presupuesto no se destinaron más fondos. No hubo ningún aumento", se lamentó Nkomo.

Al presentar el presupuesto de este año, en diciembre de 2009, Biti informó que se destinarían unos 109 millones de dólares para mantener la infraestructura de agua y saneamiento de todo el país.

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