Una fotografía de cadáveres amontonados sobre camillas y en el piso de la atestada morgue de la capital de Venezuela, publicada por el diario El Nacional, provocó un nuevo choque entre la prensa y los órganos del poder político.
Un tribunal prohibió este martes a El Nacional publicar "imágenes, informaciones y publicidad de cualquier tipo con contenido de sangre, armas, mensajes de terror, agresión física, imágenes que utilicen contenidos de guerra y mensajes sobre muertes y decesos que puedan alterar el bienestar psicológico de los niños, niñas y adolescentes".
Además el diario —uno de los más antiguos y de mayor circulación en el país— puede ser multado con hasta dos por ciento de sus ingresos anuales brutos.
Otro diario caraqueño, Tal Cual, que publicó la foto en solidaridad con El Nacional, también puede ser multado, y más medios de comunicación recibirán sanciones o prohibiciones si prosperan las medidas solicitadas por la fiscalía, la Defensoría del Pueblo y el gubernamental Consejo de Derechos del Niño, Niña y Adolescente.
"Una cosa es debatir si es adecuado o ético publicar imágenes fuertes para llamar la atención sobre un tema, y otra que, con el alegato de proteger a los adolescentes, se avance contra medios independientes y se llegue a la censura previa", dijo a IPS Carlos Correa, de la organización no gubernamental Espacio Público, dedicada a defender la libertad de expresión.
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La Constitución venezolana prohíbe expresamente la censura en cualquier medio de comunicación y difusión, aunque advierte que quien haga uso del derecho a expresarse "asume plena responsabilidad por todo lo expresado".
Los contenidos que pueden divulgarse en medios audiovisuales están controlados, principalmente en cuanto a horarios para su difusión y, según Correa, "el gobierno y los demás poderes quieren hacer un trasvase hacia los medios impresos".
Oscar Misle, de la organización Cecodap, con décadas de trabajo a favor de la infancia, dijo a IPS que "la fotografía publicada en la portada de El Nacional es, por una parte, dantesca e inadecuada, pero, por otra, simplemente desnudó una situación que estamos viviendo en el país y sobre la que debemos reflexionar".
La presidenta del Colegio Nacional de Periodistas, Silvia Alegrett, dijo que "la foto es muy dura, pero demuestra una situación real en el país, que es la morgue atestada de cadáveres ante el desborde de la delincuencia".
La inseguridad ciudadana y la galopante cifra de homicidios son el telón de fondo de esta controversia entre los medios privados y el Estado, que no cesan de chocar desde que Hugo Chávez llegó a la Presidencia en 1999.
El año pasado se cometieron al menos 16.000 homicidios en Venezuela, 54 por cada 100.000 habitantes, según organizaciones no gubernamentales con acceso a cifras de organismos policiales vedadas al gran público.
El no gubernamental Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana contabilizó 5.962 asesinatos durante el primer semestre de 2010 sólo en los 10 estados más poblados, de los 24 que tiene Venezuela.
Es común que los deudos, tras acudir a la morgue a retirar los cadáveres de sus parientes asesinados, se quejen de la demora en el instituto forense y de la desidia con que los cuerpos son tratados en esos depósitos.
Un reportero de El Nacional, Alex Delgado, aprovechó un descuido para recoger la imagen, el 26 de diciembre de 2009. El jefe de la policía de investigaciones, Wilmer Flores, acusó al diario de publicar una imagen de 2006, lo que negó el rotativo.
En la fotografía publicada el 13 de agosto los rostros de los cadáveres fueron velados y aún no se conocen reacciones de sus familiares.
El Nacional y Tal Cual, que no suelen publicar ese tipo de fotografías, justificaron su presentación como llamado de atención sobre el drama de la inseguridad, y como reacción ante la actitud que asumió ante el tema un funcionario de un medio estatal.
Andrés Izarra, director de la televisora multiestatal Telesur, rió a mandíbula batiente mientras debatía con un criminólogo en la cadena estadounidense de noticias CNN acerca de un reportaje español que tocaba el tema de la violencia en Venezuela.
Izarra expuso que la calidad de los argumentos del sociólogo Roberto Briceño-León fue lo que motivó su risa, y no el drama de la inseguridad o de sus víctimas.
"Fue una manera de protestar por las burlas de Izarra y una respuesta política, porque la foto desnudó que la morgue está sobrecargada por la criminalidad espantosa que hay en el país, un problema que se le fue de las manos al gobierno", dijo el director de Tal Cual, Teodoro Petkoff, un antiguo líder socialista, adversario de Chávez.
El presidente dijo el lunes 16 que "la inseguridad es una situación mundial, atendida en Venezuela todos los días. Hay un manejo politiquero y pornográfico del tema de la inseguridad, del crimen y la violencia".
Los partidos políticos Patria Para Todos, de izquierda y afín al gobierno, y Primero Justicia, opositor de centro-derecha, coincidieron en pedir a las autoridades que declaren un estado de emergencia nacional para combatir la delincuencia.
Para la psicóloga social Maryclen Stelling, del no gubernamental Observatorio de Medios, "una de las banderas de la oposición es la crítica a la violencia, la inseguridad y la ineficiencia del gobierno. Esta foto resume las tres acusaciones, y en ese sentido obedece a una estrategia preelectoral".
Venezuela elegirá su Asamblea Nacional el 26 de septiembre, y la oposición espera conquistar un bloque importante, tras su decisión de abstenerse en 2005, dejando en manos oficialistas el parlamento unicameral.