Un nuevo sistema de tratamiento de la basura, desarrollado por el investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Ronaldo Izzo, puede reducir en 75 por ciento el área de los vertederos. La técnica consiste en tratar los residuos y usarlos para impermeabilizar el suelo del relleno sanitario. El residuo sólido urbano pasa por un compostaje y sirve a la construcción de una “barrera capilar”, que retiene el agua de lluvia hasta su evaporación o drenaje, evitando que diluya la basura.
“Actualmente, hasta 25 por ciento del volumen de los rellenos corresponde a las barreras construidas con tierra, un material noble. Su sustitución por residuos sólidos ya reduce en hasta 70 por ciento el volumen a almacenar”, explicó el ingeniero Izzo a Tierramérica. El control del agua evita que escurra el líquido resultante de la putrefacción de materias orgánicas, que contamina ríos y napas freáticas.
