Un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz produjo la Colección de Bacterias del Bosque Atlántico, el ecosistema más deforestado de Brasil, como inicio de un proyecto que pretende registrar toda su biodiversidad. “Cuando hablamos de biodiversidad, muchas veces olvidamos esa forma de vida que es fundamental para el equilibrio de los ecosistemas”, señaló a Tierramérica la coordinadora del estudio, Ana Carolina Vicente.
En 2005 se recolectaron muestras de cinco tipos de suelos. A partir de ellas se cultivaron colonias de bacterias en laboratorio y se identificaron cerca de 800 tipos morfológicos distintos, formando el acervo de la colección. Paralelamente se estudia la genética de esos microorganismos.
“La cantidad total de bacterias es inestimable. Los datos constituyen un punto de referencia. A partir de esas informaciones, en el futuro podremos identificar y buscar soluciones para impactos y desequilibrios en el ecosistema”, concluyó Vicente.