Vidas virtuales prosperan bajo la mirada del gobierno chino

Li Jun, de 24 años, se sienta todas las noches ante una computadora del cibercafé de su barrio, en el oriente de la capital china, para jugar en Internet a un popular videojuego de rol.

Es más de la medianoche de un día típico, aunque casi todas las computadoras del local están en uso. No es una hazaña menor, dado que cientos de ordenadores pueblan este pequeño espacio situado en un segundo piso.

La escena se repite cada noche en miles de cibercafés de cientos de ciudades en China, un país que a fines de 2009 tenía 384 millones de usuarios de la autopista de la información, cifra que aumenta 31,95 millones anualmente, según el "Libro Blanco sobre Internet" difundido en junio por el gobierno chino.

Este año, el motor de búsquedas Google redireccionó su servidor en chino a través de Hong Kong, luego de negarse a continuar con la autocensura. Ahora, los usuarios que visitan http://www.google.cn/ son remitidos a http://www.google.com.hk/.

Pese a eso y a las restricciones impuestas por el gobierno a algunas búsquedas de contenidos, China es, por lejos, el país donde se concentran más usuarios de la red de redes. El país tiene 1.200 millones de habitantes.
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Más de 100 millones de chinos hacen compras por Internet regularmente. El comercio electrónico del país factura 530.000 millones de dólares anuales. Los equipos necesarios para navegar en la web representaron 10 por ciento de las ventas totales de China en 2009, según el "Libro Blanco".

Además, se estima que actualmente hay 220 millones de blogueros chinos. Muchos elogian esto, así como la abundancia de foros chinos en Internet, como una señal de que la red puede brindar un espacio de libertad para que la población nacional se exprese sin temor a las repercusiones.

"Los ciudadanos chinos comunes ven a Internet como un canal para manifestarse, y lo que publican en un sitio web a menudo es recogido por otros", dijo Kuang Wenbo, profesor de periodismo y comunicaciones en la china Universidad de Renmin y autoridad en materia de Internet en su país.

Kuang describió la popularidad de Internet en China como "abrumadora".

Sin embargo, no todos concuerdan en que esta libertad de expresión en la web sea tan beneficiosa para los derechos humanos en esta emergente nación asiática.

"La persona promedio con acceso a Internet o a la telefonía celular tiene un sentido de libertad mucho mayor, e incluso puede sentir que tiene la capacidad de hablar y ser escuchada, de un modo que no era posible bajo el autoritarismo clásico", escribió la analista Rebecca MacKinnon poco después de que el gobierno presentó su "Libro Blanco".

"Esto también hace que la mayoría de la gente tenga muchas menos probabilidades de unirse a un movimiento que exija un cambio político radical", explicó.

"En muchos sentidos, el régimen usa a Internet no sólo para extender su control, sino también para potenciar su legitimidad", agregó.

Pese a sus propias sugerencias en contrario, el gobierno chino claramente no está listo para conceder una libertad total a los usuarios de Internet.

Sitios como la red social Facebook y el portal de vídeos YouTube son tradicionales víctimas de la censura de China en Internet.

De modo similar, el "Libro Blanco" planteó una larga lista de lo que se considera actividades ilegales en la web. Entre ellas figuran "subvertir el poder del Estado y poner en peligro la unificación nacional; dañar el honor y los intereses de Estado,… (y) poner en peligro la unidad étnica".

Declaraciones formuladas a los medios de comunicación chinos indicaron que pronto se introducirá un sistema en el que será necesario usar los nombres reales en los foros de Internet, así como para jugar en línea o para definir a quién pertenece un sitio web.

Esta medida eliminará el anonimato y volverá más fácil rastrear quién dice qué.

Aunque millones de chinos redactan blogs, es en realidad la pasión por los juegos lo que hace que Li y sus amigos concurran a los cibercafés de China.

El año pasado, los juegos de Internet le generaron a China casi 4.000 millones de dólares, por ser un importante pasatiempo para los jóvenes. Un estudio de la Academia China de Ciencias Sociales concluyó que 14 por ciento de los adultos del país son adictos a Internet.

Es necesario "ayudar a promover un uso sano y científico de Internet entre los jóvenes", dijo Shen Jie, profesor de la Academia y director de proyecto del informe durante su presentación, el 18 de junio.

Li no considera que las dos horas por noche que pasa jugando en Internet sean una adicción, pero ese tiempo supera el umbral de 90 minutos para el uso recreativo que establece la investigación de Shen.

Pese a la preocupación por la adicción a la red de redes, el gobierno de China se ha fijado el objetivo de aumentar 45 por ciento la accesibilidad a Internet en el país en los próximos cinco años.

Esa meta va mucho más allá del promedio mundial de 26,6 por ciento, dijo Kuang, lo que significa que Li pronto tendrá muchas más personas con las que competir en sus juegos nocturnos.

* The Asia Media Forum (http://www.theasiamediaforum.org) es un espacio para que los periodistas compartan análisis sobre asuntos relacionados con los medios y su profesión. Es coordinado por IPS Asia-Pacífico.

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