ISLANDIA: Cenizas volcánicas potencian agricultura

«Es increíble: la erupción ha tenido un efecto muy positivo sobre el pasto», dijo el productor rural Finnur Tryggvason, de la oriental localidad islandesa de Raudafell, ubicada justo al pie del volcán Eyjafjallajökull, cuyo estallido se extendió entre mediados de abril y fines de mayo.

Los beneficios del glaciar Eyjafjallajokull Crédito: Lowana Veal/IPS
Los beneficios del glaciar Eyjafjallajokull Crédito: Lowana Veal/IPS
Se cree que las cenizas mantienen el suelo caliente, lo que potencia el crecimiento de los cultivos.

"Es como poner fertilizante con potasio y fósforo en el suelo", dijo el agricultor.

Pero las cenizas no fueron solamente una bendición. "La composición de las especies ha cambiado levemente, y algunas han desaparecido", explicó.

Cuando finalizó la erupción, el establecimiento rural estaba cubierto por una capa de cenizas de entre seis y ocho centímetros de grosor.
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"Aunque ahora el pasto ya está crecido, es un poco escaso. Y hay más hierba angélica que antes", dijo Tryggvason.

Parte de las cenizas todavía están allí, pero como las pasturas han crecido su presencia ya no es tan obvia.

Muchos agricultores del área ya han cortado el primer pasto del verano. Pero Tryggvason no es uno de ellos.

"No creo que lo haga del todo este año, dado que para el suelo será mejor si las pasturas muertas forman una capa sobre las cenizas. Luego la lluvia hace que el suelo absorba los nutrientes de esas cenizas", explicó.

No muy lejos de Raudafell se encuentra el establecimiento rural de Ólafur Eggertsson, que cultiva varios granos y cría vacas, a las que mantiene adentro desde la erupción. En su granja, Thorvaldseyri, cayeron cenizas más gruesas que las de Raudafell.

"Luego de la erupción aré hasta 38 hectáreas y sembré 15. El cultivo se ve bien, aunque necesitamos más lluvias", señaló.

Al preguntársele por qué sus vacas no están al aire libre, Eggertsson respondió: "Últimamente el tiempo fue malo, pero probablemente las dejaré salir más avanzado el verano".

El flúor que contienen las cenizas es tóxico para los animales, así que los científicos de la Universidad Agrícola de Islandia están analizando la proporción de este elemento que está presente en corrientes, campos, cultivos y pasturas del área.

Uno de los investigadores es Gudni Thorvaldsson, quien también es dueño de un establecimiento rural sin fines de lucro en esa zona.

"Intentamos averiguar cuánto tiempo lleva reducir la concentración de flúor. Parece estar disminuyendo muy rápidamente, debido en parte al crecimiento y en parte a la lluvia", dijo.

"Cuando el pasto crece, el flúor se propaga sobre una masa más grande, entonces la concentración se reduce correlativamente. De modo similar, cuando llueve se lava el flúor. Pero el clima ha estado inusualmente seco desde la erupción", agregó.

Thorvaldsson y otros productores también observan la concentración de otros nutrientes en pasturas y cultivos. "Aunque sólo el flúor es tóxico para los animales, también puede ser adversa la presencia excesiva de otro nutriente como el fósforo", señaló.

Grétar Hrafn Hardarson, veterinario de la Universidad Agrícola, examina si las vacas comen con apetito los pastos recién cortados y mezclados con esas cenizas. Pero es demasiado pronto para sacar conclusiones, dijo.

"Las vacas parecen estar bien comiendo ese pasto, pero que sea o no saludable para ellas es otro asunto", sostuvo.

No hay diferencias entre la composición química de las cenizas finas y las gruesas, según Niels Oskarsson, del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Islandia.

No sorprende que el volcán haya causado serias dificultades a los agricultores del lugar, especialmente a los de los establecimientos más afectados, como los de Raudarfell y Thorvaldseyri.

Este año, la Asociación de Agricultores envía socorristas para que los cultivadores exhaustos que tienen ganado que alimentar puedan tomarse unos días de descanso. Los equipos de alivio repararán vallas, alimentarán y ordeñarán a las vacas, además de ocuparse de las responsabilidades generales que implican los establecimientos rurales.

Tryggvason no recibirá ayuda extra, pero un enviado de la Asociación ya ha empezado a trabajar en Thorvaldseyri.

"Estará con nosotros durante una semana, y trabajará como un agricultor normal. Esto significa que mi hijo puede tomarse ese tiempo para descansar", dijo Eggertsson.

Actualmente el volcán está quieto, aunque los científicos no consideran finalizada una erupción hasta que hayan pasado tres meses sin actividad. Sin embargo, las cenizas que cayeron pueden pasar años volando de un lado a otro, dependiendo de las condiciones meteorológicas.

El día que IPS visitó el área, fue el peor en cuanto a las cenizas que poblaban el aire desde la erupción. "Pienso que los animales están bien", dijo Tryggvason, mientras desde el interior de su casa se podía observar las cenizas arremolinándose afuera.

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