La siembra de cultivos transgénicos no representó beneficios económicos para los cosechadores de varios países, y eso podría repetirse en México, según un estudio de la organización ambientalista Greenpeace. El informe “Cultivo$ tran$génico$: cero ganancias”, presentado el 19 de este mes en la capital mexicana, expone los casos del arroz, la soja, el algodón y el maíz en Estados Unidos, del algodón en Colombia y China y de la linaza en Canadá.
“La siembra experimental no es replicable en un contexto comercial, no estamos preparados para el resguardo de la contaminación de cultivos transgénicos”, dijo a Tierramérica la coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace México, Aleira Lara.
Desde octubre, el gobierno mexicano dio 24 permisos a empresas para la siembra experimental de maíz genéticamente modificado.
Estancamiento de la productividad, costos adicionales, contaminación y cierre de mercados son algunos de los efectos reportados sobre el uso de transgénicos.