El comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), Karel de Gucht, intentó calmar a grupos de la sociedad civil al prometer que no ejercería una «presión indebida» contra los países de África austral para que firmaran los acuerdos de asociación económica (EPA, por sus siglas en inglés).
Según Marc Maes, encargado de políticas comerciales en la organización finlandesa contra la pobreza 11.11.11, esta decisión es un síntoma de "fatiga con los EPA" en Europa.
El grupo 11.11.11 había protestado por el trato que la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, le daba a Namibia en las negociaciones.
"La UE no tiene intención de ejercer indebida presión sobre Namibia para que firme e implemente el EPA provisional", escribió De Gucht en una respuesta a una carta divulgada el 18 de junio por 30 influyentes organizaciones de la sociedad civil.
Las negociaciones por los EPA se arrastran desde 2002, cuando el llamado Acuerdo de Cotonou redefinió las relaciones comerciales entre la UE y las ex colonias de África, el Caribe y el Pacífico (llamadas países ACP) según las directivas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
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En su carta, los grupos de la sociedad civil denunciaron que Namibia se encontraba bajo severa presión por parte la UE para que firmara el EPA, en detrimento de sus objetivos de desarrollo nacionales. "La firma de un EPA provisional tendría serio impacto en el desarrollo agrícola e industrial de Namibia. Entre otras consecuencias, el país perdería la opción política de aplicar impuestos a la exportación de materias primas (
), una importante fuente de ingresos", señalaron.
En su respuesta, Gucht intentó disipar temores. "La UE continuará involucrada con Namibia, así como con todo el grupo SADC EPA (países de la Comunidad de Desarrollo de África Austral que negocian esos acuerdos)", señaló.
"El objetivo es discutir un tratado que sirva a los mejores intereses de la región", aseguró.
Maes señaló que Europa siente la urgencia de que las negociaciones por los EPA concluyan antes de la Tercera Cumbre África-UE, que se celebrará en noviembre próximo en Libia.
"Hay una fatiga con los EPA que se manifiesta en Europa después de ocho años de intensas negociaciones. La Comisión Europea ha asumido responsabilidades extra, como desarrollar una completa política de inversiones", dijo Maes a IPS desde Bruselas.
"Está ansiosa por cerrar este capítulo y por que la cumbre de Libia muestre armonía, y no esté manchada por tensas negociaciones comerciales", añadió.
El activista predijo que la UE terminará por ceder ante la realidad en el terreno en África austral, posponiendo algunas de las demandas más polémicas hasta que la región esté preparada para negociar cláusulas sobre liberalización de servicios e inversiones.
"Desde un principio, los obstáculos en las conversaciones surgieron por la suposición de la UE de que los EPA eran la mejor opción para el desarrollo de los países ACP", dijo Maes.
Pero las negociaciones impulsadas por la UE no se concentran en qué es mejor para los países ACP, sino en que simplemente estos acepten la receta comercial europea, sostuvo.
Según Maes, el mandato negociador de la UE va mucho más allá de lo que requiere el Acuerdo de Cotonou. "Esos países muy pobres simplemente no tienen infraestructura ni instituciones ni integración económica regional para apoyar un acuerdo comercial así, de largo alcance", sostuvo.
Algunas de las disposiciones, como la polémica cláusula de naciones más favorecidas —que exige a los países de la SADC extender las mismas preferencias comerciales a la UE que concedan a terceras naciones en futuros acuerdostienen poco que ver con un desarrollo sostenible, sostuvo Maes.
"Es una estrategia puramente ofensiva para proteger los intereses europeos e impedir que, por ejemplo, África le ofrezca a Estados Unidos un mejor acuerdo", añadió.
La decisión de los ministros de Comercio de la SADC reunidos en Gaborone en junio pasado de posponer la liberalización de todos los servicios hasta 2014 sin duda será cuestionada por la Comisión Europea, sostuvo Maes.
"El acuerdo no está cerrado aún, así que la Comisión Europea intentará avanzar en el tema servicios", añadió.
No obstante, dijo esperar que la Comisión Europea encuentre una salida a este escollo antes de noviembre.
"Espero que, después de ocho años de negociaciones, la UE finalmente acepte que debe lograr un acuerdo basándose en lo que es posible política, económica e institucionalmente en los países", indicó.
Por su parte, el analista namibio Wallie Roux también anhela que la región aproveche la cumbre en Libia para incrementar su presión sobre la Comisión Europea y cerrar un acuerdo.
"La estrategia negociadora de Namibia y de otros países será intentar de acorralar a la Comisión Europea en el corto plazo", pronosticó.