Las autoridades hondureñas lanzaron un plan para recuperar 25.000 hectáreas de bosque, con énfasis en las zonas degradadas por los incendios y la tala ilegal. La campaña comenzó con la siembra de los primeros 1,5 millones de árboles en los occidentales departamentos de La Paz e Intibucá, y en el nororiental Olancho, donde se concentran las mayores zonas de reserva ecológica del país.
Trinidad Suazo, director del estatal Instituto de Conservación Forestal (ICF), dijo a Tierramérica que en esas zonas radican los principales afluentes que abastecen de agua a la represa hidroeléctrica El Cajón, que suministra más de 30 por ciento de la energía consumida en el país.
La estrategia, que también contempla la participación de las comunidades, los empresarios e instancias civiles de defensa del ambiente, durará dos meses y la meta es lograr la recuperación de las principales áreas protegidas que han sido devastadas.