En su oficina de la planta baja de un edificio de apartamentos en la capital tailandesa, Chiranuch Premchaiporn analiza las alternativas para evadir otra vez la censura. Mientras, el gobierno parece llegar a un acuerdo con la oposición política para salir de la crisis que agobia al país.
La primera vez fue el 7 de abril, cuando le bloquearon el sitio de noticias en lengua tailandesa, prachatai.com, en el que trabajaban 12 personas. Pero al día siguiente, el equipo se la ingenió para seguir difundiendo su contenido político desde otro lugar de la red.
La segunda vez le bloquearon la página de fanáticos que la organización, creada hace seis años, tenía en la red social Facebook.
"Tuvimos que recurrir a un servidor proxy (intermediario) para seguir poniendo información en Facebook", señaló la directora ejecutiva de prachatai. "Es poco práctico, pero nos las arreglamos", añadió.
Chiranuch se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión en esta monarquía constitucional de Asia sudoriental, pero bajo tutela de las Fuerzas Armadas desde el golpe de Estado militar de 2006.
[related_articles]
El opositor Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura reclama desde mediados de marzo la disolución del parlamento y la organización inmediata de elecciones generales. El enfrentamiento con el gobierno sumió al país en una crisis política que ya causó varios muertos.
El primer ministro Abhisit Vejjajiva presentó el lunes un plan para salir de la crisis que fue aceptado por los llamados "camisetas rojas", pese a que objetan la fecha del 14 de noviembre propuesta para los nuevos comicios y desalojarán de forma progresiva el glamoroso distrito comercial de Bangkok donde están atrincherados.
Por su parte, Chiranuch está dispuesta a evadir la censura.
"Si nos bloquean el dominio, conseguiremos uno nuevo. Incluso mandaremos información por correo electrónico, más difícil de censurar", señaló la directora de prachatai.com, de 43 años.
Se requiere mucho valor para hablar así en el marco de la iniciativa del gobierno de frenar el flujo de información en Internet. La censura se terminó de instalar después de que se decretara el estado de emergencia en Bangkok y en otras provincias vecinas el 7 de abril.
Prachatai fue uno de 36 sitios de Internet bloqueados por las autoridades en un intento de frenar la difusión de contenidos del Frente Unido.
La censura del gobierno aumentó conforme el movimiento de protesta sumó gente en sus movilizaciones en Bangkok desde mediados de marzo. Otros 190 sitios fueron bloqueados en una segunda ofensiva contra la oposición. A fines de abril ya eran 420.
La mayoría de los sitios de Internet censurados tenían una posición similar a la Frente Unido, no a la de Prachatai, conocido por criticar a los sucesivos gobiernos tailandeses desde 2004.
Se habían convertido en vehículos de la retórica antigubernamental y mostraban todo el día vídeos de manifestaciones en Bangkok.
Los medios favorables al Frente Unido difunden versiones diferentes a las del gobierno sobre lo ocurrido a los manifestantes que ocuparon las calles de la capital y que fueron violentamente reprimidos el 10 y 11 de abril.
La represión dejó casi 30 personas muertas y miles de heridos.
Lo más problemático para el gobierno son las imágenes que circulan sobre la ofensiva militar contra partidarios del Frente Unido, enfundados en sus típicas camisetas rojas, y que contradicen la versión oficial difundida por los canales de televisión estatal y los grandes periódicos oficialistas.
"Los mensajes contra el gobierno en los medios son preocupantes", señaló el portavoz, Panitan Wattanayagorn, para justificar la censura actual. "Especialistas en seguridad analizan los medios para ver cómo afectan a nuestra seguridad nacional", añadió.
La coalición encabezada por el Partido Democrático, de Abhisit, que gobierna desde hace 16 meses, montó un centro para organizar la censura tras decretar el estado de emergencia.
La situación complica la difusión de información, reconoció Kokaew Pikulthong, dirigente del Frente Unido, que se las ingenia para sortearla.
La falta de libertad de expresión preocupa a activistas.
"Es claro que el gobierno le teme a Internet", señaló Supinya Klangnarong, vicepresidenta de la Campaña por una Reforma Popular de los Medios, con sede en Bangkok. "Se sale con la suya en lo que respecta a la censura en el marco del decreto de emergencia", apuntó.
Más de 6.200 sitios de Internet fueron bloqueados en los últimos dos años por insultar a la familia real, según defensores de la libertad de prensa. Más de 4.000 están siendo vigilados por detectives informáticos por sus comentarios contra la monarquía.
Hay dos leyes que obligan a los tailandeses a permanecer callados.
La más antigua, la draconiana norma contra el delito de lesa majestad, prevé un máximo de 15 años de prisión para toda persona que se atreva a manchar la imagen de monarquía. La segunda, sobre delitos informáticos, puede dejar a alguien cinco años en la cárcel por una sola trasgresión.
El futuro de Chiranuch, del sitio de Internet prachatai, es complicado a raíz de un mensaje que apareció en su sitio de Internet en 2008. Si la declaran culpable, pasará muchos años en prisión.