FÚTBOL: El negocio mundial de la TV mexicana

Al mexicano Horacio Ramos no le preocupa pagar unos 50 dólares adicionales en su cuenta de televisión por abonados para disfrutar de toda la Copa Mundial de la FIFA, que comenzará el 11 de junio en Sudáfrica.

"Quiero ver la mayoría de partidos. Voy a pedir vacaciones para esos días", relató a IPS este oficinista de 30 años.

El costo impuesto por las compañías de televisión refleja la desigualdad en el acceso al deporte más popular en este país norteamericano, ya que las cadenas privadas Televisa y TV Azteca exhibirán sólo una parte de los encuentros por su señal abierta de aire.

Este mismo mecanismo es aplicado desde hace algunos años para los torneos locales y para los juegos de equipos mexicanos en competiciones regionales, como la Copa Santander Libertadores.

"La gente no está clara sobre cuáles partidos van en señal abierta y en qué horarios. Quiere ver la mayoría de partidos, pero está consciente de que tiene que trabajar", planteó ante IPS Aldo Zavalza, consultor de la firma De la Riva Group, que desde 2002 ha elaborado estudios sobre el negocio del balón en el mercado mexicano.

Televisa y TV Azteca podrían ganar unos 800 millones por la publicidad exhibida durante la Copa del Mundo, según previsiones de varias firmas de análisis financiero. Además, el torneo será un jugoso negocio para las compañías de bebidas y de entremeses, cuyos ingresos aún no han sido estimados.

En sus proyecciones publicitarias difundidas en marzo respecto al certamen que será inaugurado el 11 de junio en Johannesburgo, TV Azteca anunció ventas por 370 millones de dólares, mientras que Televisa por 1.420 millones de dólares.

El balompié en México genera más de 7.000 millones de dólares, equivalentes a 0,7 por ciento del producto interno bruto del país, según el estudio "Tendencias del futbol, su afición y consumo en México" elaborado por De la Riva Group.

En la región, sólo Brasil, cinco veces campeón de la Copa Mundial de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado), supera esas cifras, basadas en el tamaño de la población de esas naciones.

Frente a la competencia de Sudáfrica, en la cual intervendrán selecciones de 32 países, entre ellos México, Televisa corre con la ventaja de operar la empresa de señal satelital Sky y el canal de paga Televisa Deportes Network, a través del cual transmitirá en exclusiva 10 de los 64 encuentros mundialistas.

La sola presencia en suelo africano del "Tri", como se conoce popularmente al seleccionado mexicano por los colores verde, blanco y rojo de su bandera nacional, implica aumentos de televidentes y de ingresos financieros para las dos cadenas privadas que monopolizan el mercado televisivo mexicano.

Para Televisa, la participación del equipo mexicano significará 30 por ciento más de audiencia, que equivalen a unos 16 millones de dólares en ventas publicitarias, según cálculos de 2009 del banco de capitales españoles BBVA Bancomer.

En el caso de TV Azteca, propiedad del Grupo Salinas, la excursión mexicana por Sudáfrica implica 15 por ciento más de televidentes o unos 12 millones de dólares.

Para el campeonato mundial de la FIFA de 2002, Televisa registró ventas por 437 millones de dólares, que para la siguiente competición de Alemania en 2006 bajaron a 400 millones, según estadísticas del banco español Santander.

A su vez, TV Azteca ganó 25 millones de dólares por la transmisión del torneo escenificado en las dos naciones asiáticas, sin que haya un dato preciso para Alemania 2006.

En México, Televisa posee los equipos de fútbol América —que junto con las Chivas de la noroccidental ciudad de Guadalajara es el más popular del país—, San Luis y Necaxa. Mientras, el Grupo Salinas, propietario de TV Azteca, es dueño del Monarcas Morelia, de la central ciudad homónima.

Ambas empresas negocian con otros equipos la transmisión exclusiva de los juegos que se realizan en sus canchas, lo que representa ingresos millonarios para esas franquicias deportivas.

Otra señal de paga, el canal TVC Deportes, propiedad de la empresa PCTV, exhibirá 30 partidos a disputarse en Sudáfrica hasta el 11 de julio.

En México, con 107 millones de habitantes, existen más de siete millones de suscriptores a los servicios de televisión restringida, por cable y satelital, según datos de la gubernamental Comisión Federal de Telecomunicaciones.

El certamen deportivo le sirve también al poder político.

Entre 59 y 63 por ciento de los votantes en una encuesta del gobierno estuvieron de acuerdo con la posibilidad de que el presidente conservador Felipe Calderón viaje al partido inaugural de la Copa del Mundo entre la escuadra mexicana y el cuadro local, al cual ya fue invitado por su homólogo sudafricano, Jacob Zuma.

Las televisoras generan "expectativas más allá de nuestra realidad, explotando la necesidad de la sociedad de tener válvulas de escape y destellos de alegría en medio de las dificultades cotidianas" y de tener "alicientes y estímulos para compensar la adversidad", según el comentarista Carlos Treviño.

Una encuesta reciente de la firma Consulta Mitofski concluyó que 84,7 por ciento de los entrevistados cree que México hará un mundial entre regular y bueno.

"El mexicano es muy apasionado por su selección, como el argentino. Es una reafirmación de ser mexicano, un factor de identidad que pasa por lo histórico y lo ritual", subrayó Zavalza.

Este país norteamericano ha participado en 13 competiciones mundialistas, en las cuales nunca superó los octavos de final, pese a que en dos oportunidades fue anfitrión del torneo: en 1970 cuando triunfó Brasil y en 1986 cuando resultó campeón Argentina.

Hasta ahora, su mayor éxito en estas lides fue el primer lugar en campeonato mundial de fútbol sub-17 organizado en Perú en 2005.

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