ECONOMÍA-GRECIA: En convulsiones por terapia de shock

Los disturbios en Grecia esta semana ante las severas medidas de austeridad fiscal anunciadas por el gobierno podrían ser sólo una antesala de una crisis social aun mayor, alertaron expertos.

Manifestaciones en Atenas contra el plan de austeridad. Crédito: Nikos Pilos/IPS
Manifestaciones en Atenas contra el plan de austeridad. Crédito: Nikos Pilos/IPS
"Me pregunto si alguien alguna vez va a pensar que, aparte de esos locos lanzando cócteles molotov contra un edificio lleno de gente, están otros que son responsables de la situación en la que terminamos", dijo la manifestante Christina Vasilikou, al comentar los trágicos acontecimientos del miércoles.

Dos mujeres y un hombre murieron atrapados en el fuego desatado por las bombas molotov que lanzaron manifestantes contra el Banco Marfin, en el centro de la capital griega.

"Tengo mucho miedo de que las cosas se deterioren rápidamente después de que corran estas noticias. Aquí la gente se va a asustar, y en el exterior la crisis de Grecia seguirá siendo una buena noticia para los medios y para atraer especuladores", añadió Vasilikou.

Los griegos todavía intentan digerir el plan de austeridad anunciado por el gobierno del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) e impuesto por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) como condición para un rescate financiero de 140.000 millones de dólares, el más caro de la historia. La lista de medidas acordadas por Atenas, la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo constituye el más severo programa de austeridad impuesto a un país miembro de la UE. Parece ser una copia idéntica de los planes de ajuste estructural exigidos a las naciones de Europa oriental tras el colapso del bloque socialista y a las de América Latina en los años 90.
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Tras aceptar el plan el 2 de mayo, Grecia anunció recortes presupuestarios por 38.100 millones de dólares para los próximos tres años.

Los salarios públicos serán congelados durante al menos tres años y se eliminarán varios beneficios, mientras que la edad mínima para jubilarse pasará a ser de 60 años. Parece inminente un deterioro general de la seguridad social.

Dentro de tres meses se introducirá un segundo incremento en el impuesto al valor agregado, y se impondrán gravámenes adicionales a productos como tabaco, alcohol y combustible. También se aplicarán impuestos temporales a compañías muy rentables y a empresas unipersonales.

El impacto en los ingresos promedio será grande para un público ya altamente endeudado, y podría derivar en una profunda recesión, alertó el economista Georgos Sgouros.

"Todos imaginan lo que el plan va a traer aparejado, pero nadie lo ha sentido en el bolsillo aún. En septiembre próximo, cuando las medidas comiencen a ser aplicadas y otras se hagan inminentes para que Grecia pueda cumplir las promesas hechas a la troika (Atenas, la UE y el FMI), entonces la gente va sentir lo que realmente está pasando", añadió.

Para Sgorous, "la economía griega, las verdaderas estructuras productivas, están en una situación aún peor que la de Argentina cuando colapsó en 2001".

"Es difícil de entender para alguien fuera de aquí que en la Grecia de 2010 no hay infraestructura básica, que la burocracia es tan lenta que necesitas días para resolver simples trámites, que necesitas a funcionarios públicos corruptos para gestionar cosas para tu compañía", dijo.

"Es una economía atrasada y desindustrializada, lo que hace la recuperación muy dolorosa, si no imposible. Más aun, Grecia pertenece la eurozona, por lo cual ni siquiera puede devaluar su moneda. El país parece indefenso frente a la crisis", agregó.

Para agravar las cosas, el sector que más ingresos provee al país, el turístico, podría verse afectado luego de los incidentes del miércoles. En pocas horas, Gran Bretaña y Bulgaria alertaron a sus ciudadanos que pensaban viajar a ciudades griegas.

Mientras, los rumores reproducidos en medios internacionales de que el gobierno griego sería incapaz de implementar el plan de austeridad no ayudaron a generar confianza en el público.

Ahora hay temores de que la recesión arrastre a miles de personas al desempleo y a la pobreza, algo sin precedentes en la historia moderna griega.

"Un estudio elaborado por bancos griegos predijo que 120.000 personas quedarían sin empleo el año próximo", dijo a IPS la analista Christina Kopsini, del periódico Kathimerini.

"De esos, 60 por ciento quedarán desempleados a largo plazo y 40 por ciento profundamente endeudados, lo que significará que muchos deberán sobrevivir en condiciones de aguda pobreza. Esto es peligroso. La gente ya está enfurecida y, después de los acontecimientos del miércoles, las cosas se polarizarán más", alertó.

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