La economía brasileña pierde 8.000 millones de reales (cerca de 4.200 millones de dólares) anuales en residuos no reciclados. Eso demuestra que el problema no sólo conlleva efectos dañinos para el ambiente, indicó un estudio del estatal Instituto de Investigación Económica Aplicada, que consideró los costos evitados, además de los intrínsecos y económicos de la recolección y selección de los desechos.
“Rellenos sanitarios y basurales generan grandes impactos y degradación ambiental, mientras la ampliación del reciclaje, además de benéfica en lo económico y social, reduciría la extracción de materias primas, el consumo de energía y las áreas de acumulación de la residuos”, señaló a Tierramérica el director del Compromiso Empresarial para el Reciclaje, André Vilhena.
“La actividad de reciclaje es ventajosa para la mayoría de las empresas y para ser lucrativa sólo faltan incentivos tributarios”, acotó.