Argentina cuenta desde este mes con un sello propio de certificación forestal que le permite garantizar la gestión sostenible de sus bosques, nativos o plantados, desde el árbol hasta el producto terminado. “El sistema certifica la gestión completa, garantiza que sea viable económicamente, pero sobre todo ambiental y socialmente sostenible”, dijo a Tierramérica Claudia Peirano, de la Asociación Forestal Argentina.
El sello, aprobado por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación y acordado con los productores forestales, de celulosa, papel y madera, procurará ser homologado ante el Programme for the Endorsement of Forest Certification (Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal).
De esa manera, Argentina se colocará al mismo nivel que Brasil y Chile, líderes en el mercado de la madera en América del Sur y que ya cuentan con su certificación homologada ante el mismo organismo internacional.