La muerte en un accidente aéreo de numerosos dirigentes de Polonia, entre ellos el presidente Lech Kaczynski, tiene conmocionado a este país. La tragedia tendrá consecuencias para el movimiento de derechos humanos, afirman activistas.
Los 89 miembros de la delegación polaca se dirigían a la ciudad rusa de Smolensk para rendir homenaje el sábado a miles de muertos de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Entre las víctimas del accidente aéreo había numerosos defensores de los derechos de las minorías que son "irremplazables", señalaron activistas.
"Algunos de nuestros mayores partidarios y amigos murieron en el accidente y son irremplazables para los movimientos de mujeres y defensores de gays", dijo a IPS Marta Abramowicz, presidenta de la Campaña contra la Homofobia.
"Murieron legisladores que nos ayudaron y nos respaldaron y también incansables trabajadores de organizaciones de derechos humanos", apuntó. "Por ejemplo, Izabela Jaruga-Nowacka fue una de nuestras grandes partidarias y destacada figura del movimiento a favor de los derechos femeninos", añadió.
"Las organizaciones perdieron a tanta gente que la tragedia significa un gran retroceso para su labor", remarcó Abramowicz. Jaruga-Nowacka, viceprimera ministra entre 2004 y 2005, fue conocida en todo el mundo como defensora de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) y de las mujeres.
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Fue muy crítica de lo que organizaciones de derechos humanos consideraban como políticas y campañas homofóbicas del gobierno en los últimos años.
También ignoraba los permanentes ataques de grupos de católicos y de extremistas y tomaba la palabra en los actos. Además, arremetió contra declaraciones del fallecido presidente, quien dijo una vez que promover la homosexualidad llevaría a la destrucción de la raza humana, y quien, como alcalde de Varsovia, prohibió las manifestaciones por el orgullo gay en la capital polaca.
Las organizaciones a favor de las personas LGBT han luchado mucho en este país de fuerte raigambre católica.
La situación se hizo más difícil después de que Lech Kaczynski asumiera la presidencia en octubre de 2005, según activistas, y de que su hermano mellizo, Jaroslaw, se convirtiera en primer ministro en julio del año siguiente, cargo que ocupó hasta noviembre de 2007.
El conservador y nacionalista partido Ley y Justicia, de los mellizos Kaczynski, tiene políticas basadas sobre valores cristianos tradicionales y promueve restricciones más duras al aborto.
Polonia tiene las normas más estrictas de Europa en la materia. Sólo se puede poner fin a un embarazo de forma voluntaria en circunstancias excepcionales. El partido se opone a los casamientos de personas del mismo sexo y se niega a todo reconocimiento legal de parejas homosexuales.
El fallecido presidente recibió elogios por su acérrima defensa de las minorías polacas en otros países de la región. Se opuso de forma sistemática al régimen autocrático del presidente de Belarús, Aleksander Lukashenko, y quizá fue uno de los gobernantes europeos que más se hizo escuchar.
De hecho, en marzo, Lech Kaczynski condenó las detenciones y juicios a activistas de la Unión de Polacos de ese país.
Kaczynski escribió personalmente a Lukashenko pidiéndole que defendiera a la minoría polaca, cuyos dirigentes se quejan de persecuciones y restricciones a sus libertades civiles. También pidió a la Unión Europea y al parlamento de ese bloque que atendiera el asunto tras ser ignorado por Minsk.
La prensa de Belarús señala que la minoría polaca perdió a su más acérrimo defensor. El fallecido mandatario también intercedió por los 200.000 compatriotas residentes en la vecina Lituania.
Cuando visitó Vilnius la semana pasada, Kaczynski se mostró sorprendido por la decisión del parlamento de ese país de mantener la norma que prohíbe el uso de caracteres no lituanos en documentos oficiales.
La minoría polaca reclama que se legalice el uso de su idioma para los nombres de las calles y en los pasaportes.
La decisión del parlamento sólo contribuirá a que "los opositores estrechen sus vínculos", señaló entonces.
Lech Kaczynski iba a promover su reelección en el próximo otoño boreal. La Constitución de este país prevé que en caso de fallecer el presidente se llame a elecciones en los próximos 60 días.
El presidente del parlamento, Branislaw Komorowski, quien ya había sido elegido candidato de su partido, Plataforma Ciudadana, asumió como jefe de Estado de forma interina.
Komorowski encabezaba las encuestas de opinión antes del accidente del sábado y se prevé que gane las elecciones presidenciales.